En un giro reciente y significativo en la industria de las telecomunicaciones en Colombia, diez operadores prominentes han unificado voces para instar al Gobierno a tomar acciones más decididas con respecto a la posición dominante de Claro, el gigante en el sector. Este llamamiento se cristalizó en una misiva donde las empresas expresaron su preocupación por la demora en implementar medidas regulatorias que aseguren un juego equitativo en el mercado, destacando el impacto adverso que esto tiene tanto en la industria como en los consumidores. La carta demuestra la creciente inquietud por la concentración de poder de Claro y subraya la urgencia de reformas.
El esfuerzo conjunto de los operadores, incluyendo a Telefónica-Movistar, Tigo, ETB, Wom y otros, surge en medio de un proceso iniciado por la Comisión de Regulación de Comunicaciones (CRC) que presentó una resolución dirigida a estimular la competencia en el ámbito de los servicios móviles. Clave entre las iniciativas propuestas es la optimización del proceso de portabilidad numérica, que permitiría a los usuarios cambiar de operador manteniendo su número telefónico.
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Los operadores indican que, si bien las medidas planteadas están dirigidas a contrarrestar el dominio de Claro en el mercado, este operador las ha recibido con resistencia. Juan Carlos Archila, presidente de América Móvil Colombia (propietaria de Claro), expresa su rechazo alegando que las acciones de la Comisión parecen apuntar a restringir la capacidad de Claro para competir con libertad y advierte sobre la posibilidad de que se adopten "decisiones improvisadas". Este enfoque sugiere que la resolución tendría efectos colaterales que exceden al sector de las telecomunicaciones, impactando a proveedores de tecnología y servicios diversos.
Por otro lado, Nicolás Silva, director ejecutivo de la CRC, enfatiza la necesidad de un análisis profundo de la dinámica competitiva. Señala que, más allá de una reducción en tarifas o el incremento de operadores, es crucial evaluar la primacía de Claro y su capacidad para mantener esa posición en el largo plazo, reflejado en márgenes de rentabilidad superiores, como lo indica el EBITDA (Ganancias antes de intereses, impuestos, depreciaciones y amortizaciones) que supera el 30%.
Los datos presentados en la carta de los operadores revelan una distribución de ingresos altamente desigual en el sector. Mientras que Claro capta la mitad de los ingresos totales del mercado, el resto se reparte entre diez competidores. Esta disparidad ha llevado a una situación en la que solo dos de los once operadores actuales reportan ganancias, contrastando con el panorama del 2017 donde cuatro de ocho operadores eran rentables. Este escenario se complica aún más con el hecho de que siete de los operadores carecen de red propia y que dos empresas han cesado sus operaciones desde 2017, lo que según los firmantes de la carta, amenaza el futuro digital del país y la reducción de la brecha digital, la cual afecta a 20 millones de colombianos según estimaciones del MinTIC.
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