La cifra fue mencionada en medios periodísticos. Nada han dicho los investigadores de este, uno de los mayores escándalos de corrupción en el Inpec
Algunas fuentes cercanas a las autoridades dicen tener avanzada la investigación. En el caso podrían estar involucrados, mínimo, 10 guardianes de la Picota de donde se fugó el peligro hombre.
Confirmaron que Juan Castro Estupiñán, como se llama el prófugo, salió “tranquilamente” del centro penitenciario bajo circunstancias claramente planeadas en detalle.
Algunas cámaras de seguridad, casualmente, experimentaron fallas a la hora de la fuga. En otras, “Matamba” ocultó su rostro bajo la cachucha del Inpec. El uniforme lo hizo pasar como dragoneante.
Se sabe que Castro Estupiñán, la noche de la fuga, permanecía en un patio diferente al que le asignaron. Ello habría sido parte clave para facilitar la fuga; creó confusión.
Más tarde se movilizó a su celda en donde ya le tenían el uniforme. Al momento de la evasión fue acompañado por algunos guardas del penal.
A cuerpo de rey
Otro aspecto que se conoció tras el escape es que el fugitivo disfrutaba de envidiables privilegios. Mantenía comodidades inusuales, entre ellas un fino colchón, nevera, toda clase de meriendas y mantenía un grupo de personas que lo atendían permanentemente.
Horas más tarde de advertida su desaparición, “Matamba” habría tomado un vuelo charter que lo sacó del país. Lo cierto es que todos los organismos policiales internacionales lo buscan afanosamente.