Solía llevar a sus amigos a la casa para que su cónyuge los atendiera sin importar el cansancio de la mujer, como tampoco la hora y la incomodidad que causaba dentro del vecindario; siempre departía hasta la madrugada con los equipos de sonido a todo volumen. No contento con ello y en falsa demostración de dominio y poder golpeaba inmisericordemente a su consorte delante sus compañeros de juerga.
A juicio hombre que, ebrio, acostumbraba a golpear a su esposa.
por: Alejandro