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“Tormentoso encierro sin fin”

por: Omar Gamboa

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Los colombianos están perdiendo el encanto y la razón de existir. La humanidad no puede claudicar ante esta grave amenaza.   Opinión Por: Bernabé Gámez Hernández La prolongación del tiempo de este encierro suspende parcialmente el esperado encuentro entre grupos de familias y amigos por la presencia maldita de este “bichito” apocalíptico que se tiró la vida de todas las naciones. Los saludos intensos y prolongados perdieron su razón de ser; por ejemplo, esos encuentros con besos exquisitos, profundos y apasionados; los de abrazos placenteros y estremecedores y los de apretón de nalga que sacuden la propia existencia y llegan al éxtasis de la felicidad. Es un estado emocional del ser humano a punto de explotar en la sociedad colombiana que angustiosamente cuenta los días y las horas para producir un hecho inédito en la historia de la humanidad; es el reencuentro con la vida que siente la amenaza de una extraña circunstancia que produce angustia y desesperación. El causante, la pandemia 2020, que además de cambiar el rumbo de la vida en el planeta cundió de pánico, miedo y desesperanza el propio interior de esta raza que perdió la libertad de acariciar la vida con nobleza entre los géneros de esta existencia humana. Así, el cantautor vallenato escribía en tiempos de traga maluca o de una tusa de borrachera, en cantina libre “Anhelos tengo de verte vida mía”. Ese encuentro se convirtió en símbolo del crecimiento demográfico que hoy asfixia la capacidad de convivencia sana y limpia de esta generación LA VIDA VIRTUAL En menos de 60 días pasamos del trabajo con seres humanos a un sistema virtual a través del internet; el virus saco de sus puestos de trabajo a millares de personas, y entonces patronos, jefes de empresas, directores y otros poderosos ordenaron cumplir sus obligaciones laborales mediante el uso de la tecnología que hace parte de la globalización. Además sistema hasta ahora no tiene amplía acogida porque hace falta la dirección del hombre, que jamás podrá ser reemplazado por un robot o por una máquina por moderna que sea. Es el complemento de la inteligencia del hombre para crear y estructurar modelos o sistemas de productividad y rendimiento en diferentes renglones de la vida institucional del Estado o de empresas del sector privado. Hoy está plenamente demostrado que la efectividad del trabajo por internet no deja de ser un avance en la conectividad, sin alcanzar el rendimiento que produzca asombro entre quienes lo utilizan como un soporte para coadyuvar en el ejercicio integral de cualquier actividad de la vida. Y AHORA QUE SIGUE? El gobierno del presidente Duque aprieta las medidas de acuerdo con el análisis sobre el comportamiento de la curva creciente o estable de la pandemia en todas las regiones del país. Sus asesores científicos hacen parte de la OMS y la OPS, organismos que orientan las políticas para enfrentar el virus con toda decisión. Los niveles que provocaron el alargue del aislamiento son de gran cuidado y el país debe entender que aún existe una gran amenaza sobre la supervivencia de millares de personas. Desde luego que el encierro de setenta días en Colombia está provocando diversas reacciones en el comportamiento humano que desborda la paciencia y el entretenimiento que deja el día a día en cualquier hogar de la patria. Pero, además, la crisis de la salud también mandó a todo el sistema productivo a un estado de confusión, porque el medio circulante se acabó, ya no hay billete en el bolsillo de la gente; entonces no hay consumo y tampoco compradores, los empresarios también lloran y hablan a cuatro voces de una quiebra total. Algo tiene de cierto esta situación que golpeó a muchas personas que perdieron sus empleos y a otros que trabajaban la informalidad y el rebusque no les alcanza para mantener a sus familias. La recuperación de la economía en Colombia, según la CEPAL demora unos 5 años, pero cambiando todos los modelos para permitir el crecimiento de los sectores productivos. Gobernadores y alcaldes tienen la responsabilidad de colocarle una gran dinámica a sus planes de desarrollo. Antes de la sorpresiva presencia de la pandemia, los gobernantes regionales se encontraban socializando estos programas que definen los caminos por donde debe transitar un alcalde o un gobernador. Esta circunstancia tiene un valor especial para superar gradualmente la crisis. En consecuencia, todo puede ocurrir y con la voluntad de Dios de la vida se podría cumplir la expresión bíblica: “Después de la tempestad llega la calma”