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El hambre se tragó la humanidad

por: Omar Gamboa

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Pasamos de la pobreza a la miseria y el desempleo tiro a la calle a millares de personas. Los informes de algunos centros de investigación de los virus en el mundo, indican que esta pandemia está perdiendo su poder letal, pero aparece en el planeta una especie de plaga, conocida como la hambruna.   Opinión Por: Bernabé Gámez Hernández Según informes de la FAO y la CEPAL, ya está matando la gente en países africanos como: Tanzania, Uganda, Mogadiscio, además de casi todas las naciones de América Latina. La FAO es la organización mundial para la alimentación y la CEPAL es la comisión económica para américa, y en el furor de esta pandemia divulgaron unas cifras que producen miedo entre los seres humanos. En el caso de Colombia hoy se habla 4.8 millones de desempleados y antes de este virus había 3.0 millones. Es decir, llegamos a cifras de miedo. En este país los poderosos de la ANDI, FENALCO, CAMACOL, ACOPI, LA SAC, FEDESARROLLO, FEDEMETAL, CONFECAMRAS Y ANIF, nos asustan con unas cifras astronómicas de recesión en todos los niveles. Ya no habrá crecimiento económico en muchos años, es decir se estanca el rendimiento de las empresas y esa circunstancia nos lleva a una crisis sin precedentes en la historia. Por ejemplo: el sector comercio, los hoteleros, los constructores, las pequeñas y medianas empresas dicen que entraron en quiebra por que las ventas llegaron su nivel más bajo en todos los tiempos, y el medio circulante, o sea el billete, ya no se encuentra en el bolsillo de la pobre gente. ¿Entonces qué hacemos? Un poderoso industrial colombiano, Fabio Echeverry Correa, quien ya no está con nosotros en una crisis económica del país, decía: “es que los industriales perecemos un coro de plañideras. Es decir, pedimos, pero no sabemos a qué estamos jugando”. Ahora sí sabemos que una pandemia acabo con las esperanzas de muchas familias en Colombia y en mundo, sus ilusiones, sus esperanzas de transitar por una vida más digna y, en conclusión, nos golpeó a todas las fuerzas del capital y del trabajo. Los teólogos afirman esto es el castigo más fulminante y sorpresivo que nos ha dado la creación. Es un tránsito apocalíptico de este pedacito de vida, que tiene una impronta bíblica desconocida por muchos seres humanos, pero que producen escalofrío cuando sentimos los males propios de un castigo divino. ¿Y cuál es la salida? Seguramente la limpieza del planeta de virus y plagas, para construir un mundo caracterizado por el entendimiento, la igualdad, el respeto, el amor, la dignidad, la esperanza, la justicia y la paz integral entre hermanos. Son las virtudes que hacen parte del mandato divino. El DIOS de la vida aplacara esta tempestad y pronto llegara la calma. Pero, la vida institucional en Colombia, además de un presidente, seguirá orientada por las diversas ramas del poder público, y los gobernadores y alcaldes tendrán el compromiso de estructurar los nuevos modelos económicos que reactiven todos los sectores productivos en cada región del país, y permitan volver a la generación de empleo y ofrecer los sistemas de seguridad social a quienes a todos lo perdieron durante la furia de la pandemia. La esperanza de una vida mejor apunta a las acciones de prohombres, líderes mundiales, filósofos y politólogos, y además de los poderosos de la vida económica para definir el sistema productivo que vamos a transitar quienes tengamos la oportunidad de seguir en esta vida. Diría un cantautor romántico: ¨nos espera un mundo lleno de ilusiones¨.