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Ácido retinoico para el acné: beneficios, riesgos y recomendaciones

por: Comercio al Día

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El acné es una de las afecciones de la piel más comunes, especialmente durante la adolescencia, aunque también puede afectar a personas adultas. Dentro de los tratamientos disponibles, el ácido retinoico se ha consolidado como una de las opciones más efectivas para combatir los brotes y mejorar la apariencia general de la piel.

Este compuesto, derivado de la vitamina A, tiene propiedades que lo hacen especialmente útil para el tratamiento del acné inflamatorio, los puntos negros y otras imperfecciones cutáneas.

¿Cómo actúa el ácido retinoico sobre la piel?

El ácido retinoico actúa a nivel celular, acelerando el proceso de renovación de la piel. Esto significa que ayuda a que las células muertas se eliminen más rápidamente, evitando que se acumulen en los poros y generen obstrucciones que pueden derivar en brotes de acné. Además, este activo regula la producción de sebo, reduce la inflamación y favorece la regeneración cutánea.

Al aplicarlo sobre la piel, el ácido penetra en las capas más profundas, estimulando la producción de colágeno y mejorando la textura general de la piel. Gracias a estos efectos, también se utiliza para tratar cicatrices post-acné, manchas y signos tempranos de envejecimiento. Su acción no es inmediata, pero con constancia y un uso adecuado, los resultados son visibles y duraderos.

Beneficios del ácido retinoico en el tratamiento del acné

Los beneficios del ácido retinoico para tratar el acné han sido respaldados por diversos estudios dermatológicos. A continuación, te explicamos por qué este compuesto es uno de los favoritos entre los especialistas:

1. Reducción de la inflamación

El ácido retinoico tiene una potente acción antiinflamatoria que disminuye el enrojecimiento y la hinchazón de los granos. Esto permite que las lesiones se reduzcan más rápido y sean menos dolorosas. Es especialmente efectivo en casos de acné inflamatorio, donde los granos suelen ser más dolorosos y persistentes.

2. Prevención de nuevas lesiones

Al mantener los poros limpios y desobstruidos, este activo previene la formación de nuevos comedones (puntos negros y espinillas). De esta manera, contribuye a mantener la piel libre de brotes recurrentes. Además, regula la actividad de las glándulas sebáceas, ayudando a controlar el exceso de grasa.

3. Mejora en la textura de la piel

El uso continuo del ácido retinoico promueve una piel más lisa, uniforme y luminosa. Es común notar una mejora significativa en la apariencia general, incluso en pieles con tendencia a la oleosidad o con poros dilatados. Esta mejora se debe a la estimulación del recambio celular, que reemplaza las células débiles o deterioradas por otras nuevas y saludables.

4. Disminución de manchas y cicatrices

Otro de los grandes aportes del ácido retinoico es su capacidad para atenuar marcas causadas por el acné, como hiperpigmentaciones o cicatrices leves. Al renovar la piel, estas imperfecciones se van difuminando progresivamente. Aunque no elimina completamente cicatrices profundas, sí mejora notablemente su apariencia con el tiempo.

5. Combinación con otros tratamientos

Este activo se puede usar junto con otros productos dermatológicos, como antibacterianos, ácidos exfoliantes suaves, niacinamida o hidratantes especiales para pieles con tendencia acneica. Sin embargo, es fundamental hacerlo bajo supervisión médica para evitar irritaciones o efectos adversos.

Riesgos y efectos secundarios del ácido retinoico

A pesar de sus beneficios, el uso de ácido retinoico no está exento de riesgos, especialmente cuando no se aplica correctamente. Es importante conocer los posibles efectos adversos y las precauciones que se deben tener en cuenta.

1. Irritación y enrojecimiento

Es común que, durante las primeras semanas de uso, la piel experimente irritación, descamación o enrojecimiento. Esto se debe a la acción renovadora del producto y suele disminuir con el tiempo. Para reducir estos efectos, se recomienda comenzar con concentraciones bajas y aumentar gradualmente, además de utilizarlo solo en las noches.

2. Sensibilidad al sol

El ácido retinoico aumenta la sensibilidad de la piel a la exposición solar, por lo que es indispensable usar protector solar diariamente y evitar la exposición directa al sol, especialmente en horas de alta radiación. Incluso tras la suspensión temporal del tratamiento, se debe mantener esta precaución por un tiempo.

3. No apto para todas las pieles

Personas con piel muy sensible, con condiciones como rosácea o dermatitis atópica, deben evitar su uso sin indicación médica. En estos casos, el tratamiento podría empeorar la condición de la piel, provocando mayor irritación o reacciones adversas.

4. No usar durante el embarazo

Este compuesto está contraindicado en mujeres embarazadas o en periodo de lactancia, ya que puede tener efectos teratogénicos. Siempre se debe consultar con un especialista antes de iniciar el tratamiento en estas etapas.

5. Posible "purga"

Al iniciar el uso del ácido retinoico, muchas personas experimentan un aumento temporal de brotes, conocido como "purga". Este proceso es parte de la renovación acelerada de la piel y suele durar algunas semanas. Aunque es molesto, es señal de que el producto está actuando.

Recomendaciones para el uso seguro del ácido retinoico

Para aprovechar todos los beneficios del ácido retinoico sin comprometer la salud de la piel, es importante seguir una serie de recomendaciones:

  • Consulta con un dermatólogo: Antes de iniciar el tratamiento, es fundamental recibir una evaluación profesional que indique la concentración adecuada y la forma de aplicación.

  • Empieza de forma gradual: Utiliza el producto días alternos al comienzo y solo en las noches, para que la piel se adapte progresivamente.

  • Hidrata tu piel: Acompaña el tratamiento con cremas hidratantes para minimizar la resequedad y fortalecer la barrera cutánea.

  • Protege tu piel del sol: Aplica protector solar de amplio espectro todas las mañanas, incluso en días nublados.

  • Evita productos irritantes: Durante el tratamiento, evita el uso simultáneo de exfoliantes físicos, ácidos fuertes o productos con alcohol.

  • Paciencia y constancia: Los resultados visibles suelen aparecer entre las 8 y 12 semanas. La constancia es clave para que el tratamiento sea efectivo.

  • Almacena correctamente el producto: Mantenlo alejado de la luz directa y el calor, para preservar su eficacia.

Casos comunes de uso y testimonios

En Colombia, muchas personas que han luchado por años contra el acné han encontrado en el ácido retinoico un aliado eficaz. Carolina, de Medellín, comentó que tras probar múltiples productos, fue su dermatólogo quien le recomendó incorporar este activo en su rutina nocturna. "Al principio fue difícil, porque mi piel se pelaba mucho, pero con el tiempo vi una mejora impresionante en las marcas y en los granos inflamados", asegura.

Otros usuarios señalan que, al combinar el ácido retinoico con rutinas adecuadas de limpieza y uso de protector solar, no solo controlaron el acné, sino que lograron una piel visiblemente más saludable. Los resultados pueden variar según el tipo de piel, pero en general, quienes siguen las indicaciones profesionales logran avances significativos.

Este compuesto también ha sido utilizado en centros dermatológicos como preparación para tratamientos más invasivos, como peelings químicos o láser, gracias a su capacidad para mejorar la textura y grosor de la epidermis.

Alternativas y complementos al ácido retinoico

Si bien el ácido retinoico es muy eficaz, no es la única solución para el acné. Algunos pacientes no lo toleran bien o necesitan un enfoque más completo. Entre las alternativas o complementos se encuentran:

  • Peróxido de benzoilo: Combate bacterias y reduce la inflamación. Puede usarse de día si el retinoico se aplica de noche.

  • Ácido salicílico: Ayuda a limpiar los poros y prevenir puntos negros.

  • Niacinamida: Vitamina B3 con propiedades antiinflamatorias e iluminadoras.

  • Antibíticos tópicos u orales: En casos severos, un médico podría recetar estos medicamentos.

  • Terapias hormonales: Para mujeres con desequilibrios hormonales que causan brotes, estas terapias pueden ser de gran ayuda.

Como siempre, es recomendable evitar la automedicación y consultar con un profesional que diseñe una rutina personalizada según las necesidades individuales.