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Roban y roban y vuelven a robar

por: Omar Gamboa

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Cleptomanía salarial. El Gobierno y los empresarios se camuflan cada año a ver como se roban algunos puntos porcentuales en el salario de los trabajadores y de las mesadas pensionales. Siempre salen airosos.   Opinión Por: Octavio Quintero REDGES Fuente: El Satélite Por primera vez en Latinoamérica (Bogotá, 09/08/19) se realizó la Silverexpo, una feria sobre la llamada ‘economía del retiro’, especializada en el consumo de la población mayor de 60 años, la también llamada ‘edad de plata’, y de ahí el título de Silverexpo. Es una campaña diseñada y emprendida por el presidente de Colpensiones, Juan Miguel Villa, con base en un estudio de consumo nacional que demuestra que los mayores de 60 gastan anualmente 121,2 billones de pesos, el 12,3% de la producción nacional. “Es un gran mercado”, dice el ejecutivo de Colpensiones, sin ocultar su sorpresa de que la mercadotecnia esté tan concentrada solo explorando patrones de consumo para los millennials. La feria pasó con escasa información y, por ende, sin mayor trascendencia… En un país, capturado por unos medios de comunicación atafagados de noticias políticas y escándalos de corrupción, cosas como que, 6,5 millones de adultos mayores (62,7% mujeres y 37,3% hombres) puedan contribuir al desarrollo económico del país, generando empleo y calidad de vida, no caben en las parrillas de la prensa. Y, por eso mismo, nadie se preocupa que, 2.216.667 pensionados, pierdan capacidad adquisitiva anualmente merced a que sus mesadas solo se incrementan por inflación general, y no por el reajuste aplicado al salario mínimo. Un cálculo, a mano alzada, hecho por REDGES (Grupo Editorial El Satélite), refleja que en los últimos 10 años en que el salario mínimo se incrementó en 48,83% y las pensiones 34,73, si se hubiera partido de un salario mínimo igual a una pensión, $515.00 del 2010, los pensionados perdieron $5.210.432. Asumiendo que la norma afecta al 80% de los pensionados, eso daría, también a mano alzada, 1,7 millones que, multiplicados por la pérdida individual, arrojaría un gran total de 9 billones de pesos, aprox. Esa es la masa monetaria que tan injusta discriminación le sustrae a la gran demanda interna de los pensionados, como se revela en el estudio de Colpensiones. Otro ítem No solo los pensionados pierden año tras año capacidad adquisitiva: también los trabajadores activos, porque, el reajuste del salario mínimo, también tiene su trampa. La costumbre es reajustarlo por una combinación de inflación más productividad. El IPC que se toma, es el índice general de precios que mete, en la misma canasta los preservativos sexuales y la botella de leche. Colombia tiene 22 millones de trabajadores formales e informales. Si uno dijera que el 90% de esos trabajadores, hombres y mujeres, presiden familias de clase media y baja, tal vez el cálculo sería muy aprox. Esas clases, y las altas, tienen en común el consume leche, es decir, su inflación no debiera ser medida por el IPC general, sino por el IPC de alimentos, consumo imprescindible. En el dato histórico del DANE se puede observar que la inflación de alimentos siempre está por encima de la inflación general. Así que cuando se reajusta el SM por inflación + productividad, todos los trabajadores están perdiendo capacidad adquisitiva año tras año, tornándose más sensible en las capas medias y bajas... Y no hablemos del reajuste por productividad, porque, eso también lo convirtieron los empresarios y el Gobierno en un misterio. Con decir que todo el año reportan que la economía va bien, o al menos mejor que la del vecino latinoamericano. Pero, al final del año, alguna enfermedad rara ataca la economía, y, entonces, la productividad no da para aumentar el salario mínimo más allá del 1%, y eso. La pérdida de poder adquisitivo de la clase trabajadora es fácil de apreciar: hoy en día, el salario de papá y mamá escasamente ajusta a llegar a ras con el mes; antes, solo el salario de papá alcanzaba para eso y un poco más. La economía de Colombia, desde el revolcón de Gaviria (1990) se ancló a la inflación, privilegiando al sector financiero: con tal de que la inflación se mantenga controlada y al sector financiero le vaya bien todo está a lo Pibe: todo bien, todo bien, todo bien, aunque niños y ancianos mueran de hambre en la Guajira, Chocó y Cauca. Los pocos pensionados “privilegiados” tengan que destinar su mesada a ayudar a los hijos que ahora son papá y mamá con necesidades insatisfechas; y millones de colombianos, con fuerza laboral activa pero en paro, deambulen por las calles buscando qué hacer. Y el Presidente de hoy montando plataformas digitales para poder escuchar a la gente que está gritando en las calles, sin miedo, ¡NO MÁS!