El Ejecutivo
Un Presidente que ya había obrado el “milagro” político de ser elegido en 2010 por la derecha, y reelegido en 2014 por la izquierda, perder un plebiscito por la paz, no tiene ni explicación ni olvido, de lógica. Es probable que la verraquera del uribismo con el “traidor”, más la semilla sembrada sobre su posible inconstitucionalidad durante el proceso de instrumentación jurídica, hicieran causa común en las urnas para, en lánguida jornada electoral y apretadísimo resultado triunfara el NO. Tras cinco años de cargar con el inri de habernos negado un plebiscito por la paz, tal vez los juristas y líderes de opinión sigan validando sus críticas, pero ya en silencio. Tal vez, incluso, les atraiga el forzado término acuñado por el uribismo, “paz con legalidad”. Pero es evidente que no comparten, ni antes ni ahora, los mismos motivos por los que el uribismo se opuso al proceso y posterior Acuerdo de Paz, y menos su obstinación de hacerlo trizas. Si la crítica de los críticos de buena fe al proceso de negociación pudo haber inducido buena parte del NO al plebiscito, no fue, sin embargo, en vano. La expedición de la sentencia C-630/17 de la C/Constitucional, avalando el fast track como procedimiento legislativo especial, pero soslayando el pétreo blindaje del Acuerdo, que se pretendía con la expedición del acto legislativo 02/17, fue su triunfo, no reclamado, por supuesto. Valga aclarar que C/Constitucional, al avalar el proceso, deja claro que sus términos son los precisados en la sentencia C-630/17 de la que se deduce que el Acuerdo Santos-Farc-Ep, no hace parte de la Constitución ni del bloque constitucional, y no se tiene que aplicar perentoriamente tal cual, es decir, puede ser ajustado a las circunstancias de modo, tiempo y lugar.¿Qué debe hacerse?
En síntesis, y sin pretender hacerlo trizas, algunos defienden que debe ser modificado o, por lo menos, imprimirle algún tipo de agilidad porque resulta grotesco que criminales de guerra y violadores confesos de derechos humanos sigan ocupando asiento campante en el Congreso a espera de un juicio por justicia especial que no llega; o, también, que se burlen de las víctimas y del país en pleno, rindiendo homenaje público a su más cruel comandante (Mono Jojoy), sin incurrir en apología del delito. Tal vez, al compás de un Gobierno menos tocado por este sensible tema de la paz y la guerra, es decir, distante de Uribe-Santos, los verdaderos polos en este caso específico, se pueda potenciar o enmendar, desapasionadamente, los pros y contras del Acuerdo de Paz, que los tiene. Ojalá pudiéramos superar este obstáculo político el año entrante… Sería una bocanada de oxígeno para proseguir el camino de la reconstrucción nacional, volviendo los pasos sobre el desarrollo de un Estado social de derecho, que también tenemos pendiente. Fin de folio.- La ansiedad por resolver un problema que nos genera gran preocupación, puede volvernos ciegos ante lo obvio, como la mosca dentro de la botella. De interés: Revive escándalo de colombianos dentro del llamado Pandora Paper Falsificadores internacionales de dólares operaban desde La Vega, Cundinamarca Alianza contra embarazo adolecente no deseado en Cundinamarca Cundinamarca busca consolidar procesos de paz y convivencia Restaurarán Patrimonio Cultural de CundinamarcaServicios Institucionales de Comercio al Día: Emserfusa E.S.P