Exigían 40 millones de pesos por su liberación. Fueron puestos a salvo mediante acciones combinadas entre el Gaula del Ejército Nacional y la Fiscalía General.
Bajo engaños y con la promesa de trabajo los hicieron ir a Tocancipá en donde los captores los sometieron para luego llamar a sus familiares a quienes exigieron millonario rescate.
Con la banda dieron los agentes especiales mediante información de los familiares de los plagiados; parece ser que los agentes encontraron coincidencias con otros casos en Cundinamarca de los cuales tenían información.
Una vez hallaron las primeras pistas, el Gaula del Ejército “… dio inicio a las labores de búsqueda y ubicación, que permitieron en las últimas horas la liberación, bajo presión, de los dos ciudadanos que estaban secuestrados”.
El golpe de los agentes del estado fue tan contundente y sorpresivo que los secuestradores, al verse acosados, prefirieron huir dejando abandonadas a sus víctimas.
Con este nuevo golpe a la delincuencia la Décima Tercera Brigada del Ejército formuló llamados a las comunidades a fin de que denuncien casos como este.