El municipio de Ricaurte, en Cundinamarca, se consolidó una vez más como un centro de atracción cultural y festiva al celebrar su XVII Festival de los Faroles, un evento que oficialmente da la bienvenida a la temporada navideña. Esta tradición decembrina, fuertemente arraigada en el territorio, convocó a más de 13.000 personas que llegaron al municipio para ser testigos de la transformación mágica de sus calles. La impresionante asistencia subraya el valor cultural y turístico que el festival ha adquirido a lo largo de sus diecisiete ediciones.
Una galería de luz con 15 mil faroles artesanales

La noche del festival fue un espectáculo visual sin precedentes. Se estima que alrededor de 15.000 faroles fueron dispuestos para iluminar las calles de Ricaurte. Esta vasta cantidad de luces no solo proporcionó una iluminación ambiental, sino que también se utilizó para crear figuras luminosas diseñadas específicamente para exaltar el espíritu de la temporada decembrina. Los faroles, además de ser una fuente de luz, se convirtieron en lienzos donde el arte y la creatividad se manifestaron de manera memorable.
La celebración fue descrita por los asistentes como una noche inolvidable, donde elementos fundamentales como la luz, el arte y la creatividad convergieron para marcar el inminente inicio de la Navidad.
Fortalecimiento de la identidad cultural y el turismo local
El Festival de los Faroles reafirma la identidad cultural de Ricaurte y su posición como uno de los destinos más encantadores y atractivos dentro del departamento de Cundinamarca para disfrutar de las festividades de fin de año. El éxito masivo del festival demuestra el profundo arraigo de la tradición y el poder de convocatoria de eventos que celebran las raíces y el espíritu comunitario durante el mes de diciembre.








