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Policía: con el “Plan Entorno Escolares Seguros” golpea microtráfico en la Calera

por: Omar Gamboa

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*Policía ataca microtráfico en La Calera, Cundinamarca. Puso tras las rejas “Los Carrizal”; se habían especializado en la distribución de alucinógenos en inmediaciones de colegios y centros con presencia de niños y jóvenes.  

Los resultados corresponden a un plan activado por el cuerpo uniformado a lo largo de las últimas semanas en esta localidad. Siguieron una estrategia con presencia en varios municipios del departamento.

El trabajo permitió la detención de “cuatro personas extranjeras” dedicadas al “tráfico de marihuana y cocaína en colegios, parques y establecimientos públicos de Guasca y La Calera”.  Utilizaban la modalidad conocida como exprés o “contraentrega”.

Cumplidos todos los procedimientos iniciales, los aprehendidos fueron puestos a disposición de la Fiscalía; luego, un juez les impuso medida de aseguramiento en centro carcelario.

Policía ataca microtráfico en La Calera

Sobre los resultados de este trabajo contra la venta de alucinógenos a sectores jóvenes de la población se supo en reporte del gobernador de Cundinamarca, Jorge Rey Ángel.

Precisamente, la Policía desarrolla una estrategia encaminada a bloquear la distribución de estupefacientes en muy buena parte del departamento, particularmente donde el fenómeno es más notable.

Los mismos reportes insisten en que se trata de una tarea que compromete diversas instancias de las autoridades, bajo la coordinación de la Policía y la Fiscalía General. El propósito es erradicar la presencia de redes criminales dedicadas a la distribución de estupefacientes en inmediaciones de colegios, parques y espacios públicos frecuentados por menores de edad.

Bajo esa premisa fue posible el referido golpe en los municipios de Guasca y La Calera. En una operación conjunta permitió la capturadas cuatro personas extranjeras señaladas de integrar el grupo delincuencial conocido como “Los Carrizal”. Se habían dedicado a la comercialización de marihuana y cocaína mediante la modalidad exprés o contraentrega.

Según las investigaciones, esta organización había establecido rutas de distribución en inmediaciones de centros educativos, parques y establecimientos abiertos al público. Aprovechaban la alta concurrencia de adolescentes y jóvenes para expandir su clientela.

La modalidad de entrega exprés consistía en acordar puntos de encuentro con los consumidores a través de contactos previos y entregar la droga de forma rápida para evitar la detección policial.

Operativo y judicialización

Los capturados fueron presentados ante la Fiscalía, y un juez de control de garantías les impuso medida de aseguramiento en centro carcelario. El propósito es evitar su regreso inmediato a las calles y, por ende, la posible reincidencia en su actividad delictiva.

“Este es un golpe contundente a una estructura criminal que estaba afectando la tranquilidad y seguridad de nuestros estudiantes. No vamos a permitir que los entornos escolares sean infiltrados por delincuentes que buscan lucrarse a costa de la salud y el futuro de nuestros jóvenes”, señaló un vocero de la Policía de Cundinamarca.

En lo corrido del año, las autoridades han ejecutado más de 123 operativos en diferentes municipios del departamento. Desplegaron puestos de control, capturas e incautaciones de estupefacientes en zonas de influencia escolar.

La estrategia incluye vigilancia permanente en horarios de entrada y salida de clases, patrullajes en zonas críticas y la cooperación con rectores, padres de familia y comunidades. Con ello buscan identificar puntos de venta y rutas de distribución de drogas.

Este plan no se limita a la acción represiva; también contempla jornadas pedagógicas y de prevención en las instituciones educativas, con el fin de concientizar a estudiantes sobre los riesgos del consumo. Igual, los ilustran sobre las consecuencias legales de vincularse a redes criminales.

Acciones contra el microtráfico

La venta de estupefacientes en entornos escolares no es nueva. A lo largo de los últimos años las autoridades han desarrollado múltiples operaciones en diferentes puntos de Cundinamarca y la capital del país para frenar esta problemática.

En agosto de 2024, la Policía capturó a tres personas que distribuían drogas en inmediaciones de varios colegios del municipio de Zipaquirá.

Los operativos se realizaron después de denuncias de padres y docentes que alertaron sobre la presencia de vendedores en las entradas de los planteles. Durante el procedimiento incautaron más de 500 dosis de marihuana y bazuco listas para la venta.

Otro golpe positivo fue propinado por los uniformados en Fusagasugá a lo largo de los últimos años. En septiembre de 2023, una operación conjunta entre la Sijín y la Fiscalía permitió la desarticulación de una red que operaba cerca de instituciones educativas y parques de la ciudad.

Los delincuentes utilizaban menores de edad como correos humanos para evitar ser detectados; esa práctica encendió alarmas entre las autoridades y llevó a reforzar la vigilancia en los alrededores de los colegios.

Otro caso similar que reportado en Soacha en el 2022. En uno de los casos más significativos, la Policía Metropolitana capturó a seis personas pertenecientes a la banda “Los del Parque”. Controlaban la distribución de estupefacientes en inmediaciones de centros educativos y canchas deportivas del municipio. Este grupo utilizaba armas de fuego para intimidar a la comunidad y garantizar el dominio territorial sobre la zona.

En marzo de 2024, en la localidad de Suba, la Policía Metropolitana detuvo a cinco individuos que operaban como expendedores móviles de droga en cercanías de instituciones educativas. Se trataba de una red que también ofrecía estupefacientes a través de redes sociales, coordinando entregas rápidas para evadir a las autoridades.

Microtráfico y sus perversas consecuencias

La presencia de redes de los llamados “chirretes” cerca de colegios genera graves afectaciones en la seguridad y bienestar de la comunidad educativa, en particular, al igual que en toda la sociedad. Dentro de las secuelas se tienen las amenazas a la salud física y mental de los estudiantes; estas actividades delictivas incrementan los riesgos de violencia, extorsión y reclutamiento de menores por parte de grupos criminales.

En respuesta a ello, la Policía de Cundinamarca observó que el plan “Entornos Escolares Seguros” seguirá robusteciéndose con más presencia en zonas vulnerables. Inteligencia policial reclama cooperación ciudadana y articulación interinstitucional.

Tienen previsto que, a lo largo de los próximos meses, se realicen operativos simultáneos en varios municipios, especialmente en aquellos donde se ha identificado un mayor riesgo de venta de drogas en entornos educativos.

Simultáneamente, las autoridades reportan trabajos en alianzas con las secretarías de educación municipales y departamentales. La estrategia tiene el propósito de implementar programas de prevención, incluyendo refuerzos en la seguridad, mirando los accesos a los centros académicos.  Igual, propone el desarrollo de canales de denuncia anónima que permitan a la ciudadanía reportar actividades sospechosas sin temor a represalias.

A su vez, las autoridades llamaron la atención sobre la importancia de que padres, docentes y vecinos se mantengan alertas y reporten “de inmediato” cualquier actividad inusual en las zonas escolares.

“El éxito de esta estrategia depende en gran medida del trabajo conjunto entre comunidad y fuerza pública. La seguridad de nuestros niños y jóvenes es responsabilidad de todos”, enfatizó un oficial de la Policía Sabana.