En una conmovedora manifestación de esperanza y desesperación, familiares de personas secuestradas se reunieron en las puertas del Congreso de la República, buscando apoyo para el retorno seguro de sus seres queridos. Con lágrimas y corazones angustiados, estas familias enfrentan una realidad que supera las cifras oficiales, con al menos 15 posibles secuestros en áreas rurales de Norte de Santander, según informes de Corpored, una autoridad en defensa de los derechos humanos a nivel departamental.
El número de secuestros que reporta la fuerza de seguridad local se mantiene en ocho, pero estas cifras contrastan considerablemente con las estimaciones presentadas por Corpored. La discrepancia sugiere una subvaloración de los incidentes y pone en duda la magnitud de la situación en el departamento. Enrique Pertuz, portavoz de Corpored, expresó su preocupación en una entrevista con RCN Radio, enfatizando que el fenómeno del secuestro genera un índice alarmantemente alto en la región, sobrepasando los 50 casos anuales atribuidos a grupos ilegales.
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A menudo, los familiares de los secuestrados eligen no reportar estos crímenes a las entidades correspondientes, lo que contribuye a un registro incompleto y, en consecuencia, a una respuesta inadecuada para combatir y prevenir estos crímenes.
En los últimos años, Norte de Santander ha sido un epicentro de este flagelo, donde grupos armados, incluyendo disidencias de las Farc, mantienen a personas como Yadil Sanguino, un exalcalde de la localidad de San Calixto, en cautiverio. En este caso, los captores han confirmado su estado como rehén.
El dolor y la incertidumbre fueron palpables durante una sesión plenaria en la que aquellos afectados por el ELN y otros grupos ilícitos compartieron sus historias desgarradoras. Milena de la Peña, cuya vida fue trastornada por el secuestro de su esposo Fabián Arias, imploró al ELN por una liberación inmediata e incondicional, expresando la angustia diaria de no saber sobre el bienestar de su marido.
Yolima Díaz, hermana de otro de los secuestrados, hizo un llamado emotivo a los legisladores pidiendo una movilización unida para asegurar un fin a esta práctica brutal y la seguridad de las víctimas, sus familias y otros seres queridos. En un llamamiento lleno de emoción, expresó su confianza en que la sociedad colombiana y sus representantes encontrarán una solución urgente y efectiva.
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