En el marco del Día Mundial de la Prevención del Suicidio, la Gobernación de Cundinamarca desplegó una estrategia comunicativa distintiva al transformar la Plazoleta de la Paz en un espacio cargado de simbolismo y cercanía. Durante la jornada, más de mil velas encendidas sirvieron como señal visible del compromiso de la administración y la comunidad por priorizar la salud mental.
El desarrollo del evento estuvo marcado por manifestaciones artísticas y dinámicas participativas. Una obra teatral centralizada en los retos emocionales cotidianos y la importancia de buscar apoyo profesional, fue presentada ante asistentes de diferentes edades, promoviendo la empatía y el diálogo en torno a la salud mental. Simultáneamente, equipos de atención psicosocial brindaron orientación y primeros auxilios psicológicos, facilitando el acceso a canales de escucha activa.
La situación actual en el departamento evidencia la urgencia de este tipo de acciones, considerando que en los últimos cuatro años se han documentado más de 7.600 intentos de suicidio. Los municipios con mayor incidencia reportada son:
- Soacha
- Fusagasugá
- Zipaquirá
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Además, la tasa departamental se estima cercana a cinco casos por cada 100.000 habitantes, razón por la cual las autoridades han reforzado programas enfocados en el bienestar psicoemocional a lo largo del territorio.
Entre los mensajes destacados de la jornada, representantes institucionales enfatizaron la relevancia del acompañamiento en momentos de vulnerabilidad. Funcionarios de la Secretaría de la Mujer y Equidad de Género recalcaron la importancia de crear redes de apoyo y de comunicar que existen alternativas accesibles para quienes buscan ayuda.

La estrategia también integró actividades orientadas a fortalecer la memoria colectiva, mediante la realización de rituales simbólicos y espacios de reflexión grupal. Estas acciones buscan recordar a la ciudadanía que el cuidado emocional es un asunto comunitario, donde todos pueden aportar.
Organizaciones civiles y colectivos culturales participaron, ofreciendo recursos didácticos y herramientas para identificar señales de alerta y fomentar la prevención desde el entorno familiar y social. Así, la iniciativa se consolidó como una propuesta inclusiva con impacto regional.
En suma, la conmemoración se configuró como un ejercicio de sensibilización y movilización comunitaria, apostando por el trabajo conjunto y el diálogo constante como principales estrategias para abordar el bienestar integral en Cundinamarca.
El evento fue un reflejo de la apuesta departamental por promover espacios seguros, accesibles y solidarios, impulsando el respaldo institucional y ciudadano a quienes enfrentan situaciones complejas relacionadas con la salud mental.
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