*Condenado asesino del fiscal Karin Sefair en hechos registrados el 10 de junio pasado en Fusagasugá, Cundinamarca. Deberá pagar 30 años y 7 meses de prisión. Hay otras personas aparentemente vinculadas con el mismo hecho violento a quienes la justicia deberá resolver su situación.
Los indiciados fueron capturados tres meses después del caso de "fleteo" (10 de septiembre) como resultado de permanentes tareas de seguimiento e investigaciones adelantadas por efectivos del CTI y la Policía.
Fueron ubicados en la costa norte donde normalmente residían y ocultaban; desde allí se desplazaban a diferentes zonas del país con el propósito de realizar sus fechorías. “Los Viajeros”, como se les conoce en el mundo del hampa, creían que cometiendo sus crímenes lejos de sus lugares de origen iban a ser inalcanzables para la justicia.
Deiver Jair Rodríguez Burgos, como se llama el condenado, fue la persona que atacó, disparó y causó heridas graves al fiscal karín Sefair quien se resistió a que le arrebatara una millonaria suma de dinero. Los hechos se presentaron dentro del parqueadero de un reconocido Centro Comercial de Fusagasugá, poco después del mediodía de ese fatídico martes.
Condenado asesino del fiscal Karín en Fusagasugá
La decisión del Juez de Control de Garantías dispone que Deiver Jair Rodríguez Burgos deberá permanecer 30 años y 7 meses tras las rejas, luego de ser hallado responsable del violento caso. Había sido acusado de homicidio agravado, hurto calificado agravado y fabricación, tráfico, porte o tenencia de armas de fuego, accesorios, partes o municiones.
Esta decisión pasa a ser la primera adoptada por la justicia colombiana en respuesta al crimen del que fue objeto el profesional del derecho y entonces funcionario de la Fiscalía en Fusagasugá. Las investigaciones apuntan a que esta misma organización sería responsable de otros 36 casos de fleteos ocurridos en Bolívar, Sucre, Atlántico, Valle del Cauca, Meta, Antioquia, Quindío y Cundinamarca.
Rodríguez Burgos, el primer condenado por este caso, aceptó los cargos imputados y fue hallado culpable tal como lograron argumentarlo y comprobarlo los investigadores quienes adelantaron los trabajos del caso.
El asesinato en Fusagasugá
Según los señalamientos, Karin Sefair, coordinador de la Seccional de la Fiscalía en esta ciudad, fue atacado sobre el mediodía del martes 10 de junio, en el parqueadero del Centro Comercial Avenida. El funcionario acababa de retirar 128 millones de pesos de una entidad bancaria cuando fue interceptado por Rodríguez Burgos, quien lo intimidó con un arma de fuego.
De acuerdo a las investigaciones, el criminal le propinó a la víctima un primer disparo en una pierna cuando éste se resistió al hurto. Posteriormente, mientras Sefair Calderón yacía en el suelo, el agresor lo golpeó y accionó nuevamente el arma, causándole una herida mortal en el abdomen. Tras apoderarse del maletín con el dinero, huyó en una motocicleta conducida por uno de sus cómplices.
La víctima fue auxiliada inicialmente por personal médico del mismo centro comercial y trasladada luego al Hospital San Rafael; allí falleció cerca de 30 minutos después debido a la gravedad de las heridas.
El hecho generó duras reacciones tanto dentro de las autoridades como en la misma ciudadanía. Desde el mismo instante en que conocieron los sucesos, agentes especiales del CTI y de la Policía emprendieron el acopio de pistas. Revisaron videos y otros elementos fundamentales en los trabajos investigativos.
Así, pronto, descubrieron que los autores del mortal caso podrían ser los denominados “Viajeros”; su fisonomía era similar a la de los protagonistas de otros atracos en diferentes zonas del país.
Uno de los primeros en ser identificado fue Rodríguez Burgos; él es considerado actor fundamental dentro de la estructura criminal que, como insisten las autoridades, estaría comprometida en otros casos iguales o de peores consecuencias.
Éste individuo, al igual que Wilfrido Rafael A. F. y Katherine Paola Q. R., fueron interceptados y detenidos en operativos cuidadosamente planeado mientras se desplazaban por el peaje Gambote, en la vía San Onofre–Cartagena. Según fuentes oficiales, del grupo hacen parte otras personas ya identificadas sobre quienes andan detrás las autoridades.
Se movilizaban de un lugar a otro seleccionando víctimas en bancos o entidades financieras, identificándolas mediante el sonido de las contadoras de billetes. Ya “marcadas” las víctimas, las siguen hasta lugares donde podían ejecutar el robo con violencia tal como sucedió con el fiscal karín.
Hay otro suceso que rodea la banda y el caso de fleteo en Fusagasugá. Una mujer quien, aparentemente entregó el arma usada en este violento episodio, y quien habría recibido parte del dinero robado, habría sido asesinada por razones aún no dadas a conocer por las autoridades,
Investigación rigurosa y captura en tiempo récord
Tras el crimen del fiscal Karin Sefair, se activó un Consejo Extraordinario de Seguridad en Fusagasugá. Las autoridades locales y departamentales anunciaron una recompensa de $150 millones para quienes aportaran información que permitiera identificar y capturar a los responsables.
Equipos especializados del CTI, SIJIN, GAULA y unidades de inteligencia militar se encargaron del caso. Realizaron labores de seguimiento, entrevistas a testigos, verificación de cámaras de seguridad, levantamiento de retratos hablados y análisis de rutas de escape. La Fiscalía asumió el caso como prioridad nacional y abrió una investigación por homicidio agravado y hurto calificado.
Estas labores permitieron “mapear” los movimientos del agresor y de sus cómplices. También facilitaron la identificación y conexión con la banda.
La aceptación de cargos por parte de Rodríguez Burgos permitió avanzar rápidamente hacia la condena. El Juez Penal determinó su responsabilidad absoluta y ordenó que la pena sea cumplida en un establecimiento carcelario del país.
Según la Fiscalía, este es solo el primer paso de un proceso judicial más amplio. Existen elementos probatorios que comprometerían a los tres capturados en otros cuatro casos adicionales de fleteo, por los cuales serán imputados próximamente.
A su vez, deberán resolverse las responsabilidades de otras personas aún no vinculadas formalmente. Serían quienes, a nivel local, facilitaron los seguimientos, ejecución y encubrimiento de la serie de asaltos atribuidos a la organización criminal.
