La Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) ha puesto en marcha un proceso prioritario para la recategorización de la Reserva Protectora Productora Peñas de Aserradero. Este esfuerzo se ha vuelto indispensable después de que modificaciones legales previas dejaran al área fuera del Sistema Nacional de Áreas Protegidas (SINAP), que es coordinado por la Unidad de Parques Nacionales. La reserva está estratégicamente localizada en el municipio de Sasaima y su protección es considerada fundamental para toda la región.
La importancia vital de la reserva
La importancia de Peñas del Aserradero trasciende su gran riqueza en biodiversidad, ya que la reserva es el lugar de nacimiento de importantes fuentes hídricas esenciales para las comunidades locales y la regulación del agua en varios municipios. Entre estas fuentes vitales se encuentran el río Dulce, el río Icalí, y las quebradas La Candelaria y Cafuches. La reserva se caracteriza por ser uno de los oferentes naturales de agua más importantes de la región, garantizando el suministro hídrico.
La Reserva Protectora Productora Peñas del Aserradero abarca un área de poco más de 1.000 hectáreas. Dentro de su extensión, se encuentran densos bosques y cimas que llegan a alcanzar alturas de 3.000 metros sobre el nivel del mar. La Dirección Regional Gualivá de la CAR ha estado trabajando activamente en la zona, implementando un nuevo marco jurídico. Este nuevo marco busca establecer medidas de protección efectivas para salvaguardar esta riqueza natural de las amenazas que la acechan.
El objetivo: blindaje legal contra amenazas
El proceso de recategorización busca establecer un marco jurídico robusto que permita la prohibición de actividades que históricamente han puesto en riesgo la estabilidad del ecosistema. Específicamente, se busca impedir la realización de actividades mineras, así como la expansión descontrolada de cultivos agrícolas y pecuarios dentro de la reserva.
Héctor Fabián Garavito, director regional CAR Gualivá, enfatizó la relevancia del proceso en términos de conservación y suministro hídrico. Garavito mencionó que recientemente recorrieron la zona para verificar las condiciones ambientales actuales necesarias para el proceso de recategorización. El director regional destacó que la recategorización es la garantía para la protección de más de 1.000 hectáreas dentro de la provincia de Gualivá. En esta provincia, puntualizó, “nacen dos ríos que abastecen municipios como Sasaima y Villeta”.
Un compromiso con las generaciones futuras
La protección de esta reserva es, por ende, crucial, no solo por su valor ecológico intrínseco, sino porque asegura el recurso más vital, el agua, para las poblaciones circundantes. La CAR, al avanzar en esta iniciativa, reafirma su compromiso inquebrantable con la conservación de los ecosistemas estratégicos de Cundinamarca. El objetivo institucional es claro: garantizar tanto la protección como la sostenibilidad de los recursos naturales para beneficiar a las generaciones actuales y futuras.
La recategorización de Peñas del Aserradero, un esfuerzo técnico y legal que se prioriza desde el 23 de octubre de 2025, es un ejemplo tangible de la acción de la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca para asegurar que áreas esenciales, ricas en biodiversidad y proveedoras de agua, permanezcan bajo la máxima protección legal posible, prohibiendo actividades destructivas como la minería y la expansión agropecuaria desregulada.







