La Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) ha avanzado en su compromiso de conservación ambiental mediante la formalización de diez convenios solidarios con Juntas de Acción Comunal (JAC) de distintos municipios de la región. Estos acuerdos buscan reforzar la educación ambiental y la gestión participativa para la protección de la biodiversidad y los servicios ecosistémicos.
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La alianza, que representa una inversión total de 1.300 millones de pesos distribuidos equitativamente entre las organizaciones comunitarias seleccionadas, tiene como objetivo el cuidado de ocho humedales y dos áreas de conservación crítica: el páramo de Las Cuchillas y el Salto de Las Monjas, zonas de significativa importancia ambiental bajo la tutela de la CAR.

Nidia Riaño Rincón, directora de Cultura Ambiental de la CAR, subrayó el valor de estas iniciativas para asegurar la protección y recuperación de ecosistemas estratégicos junto con su fauna y flora, impulsando la participación comunitaria como un vehículo para una gestión ambiental eficiente.
Las áreas beneficiadas por estos convenios abarcan ecosistemas diversos, como la laguna de La Herrera, el humedal Gualí, Laguna Verde, El Yulo, la laguna de Suesca, el humedal Taboima, la laguna de Fúquene, y el humedal Jardín Botánico. Además, la protección se extiende al Salto de Las Monjas y al páramo de Las Cuchillas, localizados en municipios como Mosquera, Funza, Zipacón, Ricaurte, Suesca, Tocancipá, Fúquene, Tabio, Soacha, Puerto Salgar, La Mesa y Villapinzón.
Aura María Mondragón, presidenta de la JAC de la vereda Quincha en Villapinzón, expresó su gratitud hacia la CAR, resaltando que estas acciones no solo benefician a las comunidades locales, sino que también garantizan la preservación de ecosistemas vitales, asegurando su protección y cuidado.
La ejecución de esta iniciativa se estructura en seis etapas: identificación de ecosistemas clave, creación de un diagnóstico socioambiental participativo, diseño de un plan de fortalecimiento, asignación de presupuesto, firma del convenio solidario, y ejecución de los compromisos acordados. Este enfoque asegura un desarrollo meticuloso y bien planificado.
Para garantizar el éxito, la CAR ejecutará un riguroso monitoreo y evaluación del plan de fortalecimiento socioambiental participativo, asegurando que todas las actividades avanzan de manera óptima. Este seguimiento no solo supervisa el progreso, sino que busca optimizar el impacto de cada acción emprendida en el marco del proyecto.
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