La Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) ha marcado un hito en la gestión ambiental y la economía circular al iniciar la entrega de los primeros 10.000 bultos de fertilizante orgánico mineral natural. Este innovador producto se elabora a partir del buchón de agua (Eichhornia crassipes), una de las especies invasoras más agresivas a nivel mundial, convirtiéndola de un problema ambiental en un aliado para la recuperación de los suelos del territorio.
Primeros beneficiarios y meta de 130.000 bultos en esta fase
Municipios como Susa, Fúquene y Ubaté fueron los primeros beneficiados con este fertilizante, el cual cuenta con la certificación del Instituto Colombiano Agropecuario (ICA). La entrega de este primer lote proviene de los días iniciales de operación de la planta de compostaje de la CAR, ubicada en el sector Guantancuy, en Fúquene. La producción en esta planta comenzó el pasado mes de octubre, tras una inversión superior a los $12 mil millones de pesos.
Yacir Ramírez, director técnico de Infraestructura Ambiental de la CAR, afirmó que a la fecha se han entregado 10.000 bultos a los municipios pioneros y a las direcciones regionales de Chiquinquirá y Ubaté. Además, proyectó que antes de finalizar el año, la cifra de unidades entregadas superará las 20.000.
El proyecto tiene una meta ambiciosa a corto plazo. Se espera entregar un total de 130.000 bultos al finalizar esta primera fase. Este fertilizante, empacado en bultos de 40 kilogramos, será distribuido a alcaldías municipales, instituciones educativas y a la comunidad en general. La formulación del material orgánico es ideal para la recuperación de suelos degradados, ya que reúne silicio, calcio, azufre y carbono orgánico, con un pH cercano a 8.
Beneficios agronómicos y ambientales de un producto certificado
El producto, certificado por el ICA a finales de 2024 después de pruebas piloto, ha demostrado múltiples beneficios agronómicos y ambientales. Según la CAR, el fertilizante orgánico mineral natural mejora la aireación del suelo, optimiza cultivos transitorios y perennes, fortalece pasturas y, de manera crucial, reactiva la vida microbiana. También contribuye a enfrentar las sequías, mejorar la estructura del terreno, retener la humedad y aportar nutrientes esenciales que revitalizan los ecosistemas. En total, se espera que en los primeros 15 meses de operación se produzcan más de 5.200 toneladas de fertilizante, equivalentes a los 130.000 bultos proyectados, lo que impulsará la productividad agrícola y la restauración ecológica en la región.
Compromisos de los beneficiarios y avance en la recuperación del complejo lagunar
El director de Infraestructura Ambiental de la CAR señaló que con esta iniciativa, la entidad "avanza en la implementación de soluciones basadas en la naturaleza y en la inclusión de la circularidad a las gestiones de recuperación de suelos degradados y agricultura sostenible". El compromiso no termina con la entrega: cada beneficiario se compromete a no comercializar el producto, a almacenarlo adecuadamente y a documentar su experiencia mediante reportes mensuales con datos y fotografías que muestren el "antes y el después" de su uso en cultivos o actividades.
La entrega de estos primeros bultos es una confirmación palpable del avance en el modelo de recuperación del complejo lagunar Fúquene, Cucunubá y Palacio, que ya ha intervenido más de 1.400 hectáreas, con cerca de 90 hectáreas intervenidas solo en 2025, protegiendo servicios ecosistémicos para más de 650.000 habitantes. Esta iniciativa transforma una plaga invasora en un nutriente natural que genera un círculo virtuoso, devolviendo productividad, biodiversidad y resiliencia climática a los ecosistemas.
Los interesados en acceder al fertilizante deben formalizar su solicitud al correo institucional: sau@car.gov.co.







