En el municipio de Tabio, la Policía de La Sabana (REMSA) capturó a Carlos Andrés Rivera Ruiz, de 42 años, en cumplimiento de una orden judicial por delitos de acceso carnal violento, feminicidio agravado y hurto agravado. La captura de uno de los más buscados feminicidas seriales representa un avance significativo en la lucha contra la violencia de género en Colombia.
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Rivera Ruiz, de acuerdo con la información de la Fiscalía, seleccionaba a sus víctimas mientras caminaban por zonas rurales. Utilizando armas cortopunzantes, las intimidaba y las llevaba por la fuerza a lugares despoblados. Allí, las golpeaba, las lesionaba y las sometía a violencia sexual antes de asfixiarlas. En algunos casos, llegó a amputarles una oreja.
Uno de los crímenes atribuidos a Rivera Ruiz es el asesinato de Cecilia Santana, de 58 años, quien desapareció el 19 de mayo. Su cuerpo fue encontrado en la vereda Río Frío Occidental, sumergido en un río, con signos de violencia y sin prendas de la cintura hacia abajo.
El gobernador Jorge Emilio Rey ofreció una recompensa de $10 millones para quien proporcionara información que condujera a los responsables del feminicidio. La cooperación entre la Gobernación de Cundinamarca, REMSA y la Fiscalía General de la Nación fue crucial en la resolución de este caso que ha conmocionado a los habitantes de Tabio y toda Cundinamarca, según el secretario de Gobierno, Luis Fernando Navarro.
Rivera Ruiz enfrenta cinco órdenes de captura vigentes por múltiples delitos, incluyendo feminicidio agravado, acceso carnal violento, hurto calificado y agravado, concierto para delinquir agravado y deserción. Estos delitos han sido cometidos en los municipios de Bolívar y Medellín (Antioquia), Fusagasugá (Cundinamarca) y Quibdó (Chocó).
Las investigaciones de la Fiscalía revelan que Rivera Ruiz ha estado involucrado en al menos ocho feminicidios desde 2019. Este historial de violencia se evidenció con claridad en los extensos trabajos de recopilación de pruebas realizadas por las autoridades.
Cabe destacar que Rivera Ruiz ya había sido encarcelado en 2015 por acceso carnal violento, aunque fue liberado posteriormente debido al vencimiento de términos. Su reincidencia pone en evidencia la urgencia de mejorar los mecanismos judiciales y penitenciarios para prevenir futuros crímenes.
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