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Otro paquete de ayudas económicas para sector agropecuario en Cundinamarca

por: Omar Gamboa

ayudas-economicas

*Ayudas económicas para el sector agropecuario anuncia la Gobernación de Cundinamarca. Son más de $1 mil millones los asignados para respaldar proyectos emprendedores y a pequeños productores en el departamento.

De la decisión se supo mediante anuncio de la Administración Departamental, siguiendo interés por darle más respaldo a las bases del sector primario de la economía en el centro del país.

Los primeros esfuerzos en esta parte de la estrategia serán dirigidos hacia los municipios de Últica, La Peña, Nimaima y Anolaima; más de 1.100 pequeños productores rurales resultarán beneficiados.

Paralelo a estos apoyos directos, las autoridades consideran que, con ello, se brinda fuerte apoyo a procesos de bienestar familiar y sociales en cada una de las zonas hasta donde llegarán los respaldos.

Ayudas económicas para renglón agropecuario

Los paquetes financieros corresponden a un plan trazado por el gobernador Jorge Rey; tiene el propósito de brindarle ayuda a los microempresarios y pequeños productores campesinos.

De momento resultarán favorecidas numerosas familias que requieren del suministros desde la Administración Departamental, debido a condiciones particulares en las cuales se hallan.

El programa se enmarca en la estrategia cuyo propósito es el de impulsar el desarrollo agrícola, la sostenibilidad y el bienestar de las familias rurales, que representan el corazón del sector primario.

Los anuncios sobre esta misión fueron entregados por la Secretaría del Agrocampesinado. Según el titular de esta cartera, Marcos Barreto, “cada peso invertido en el sector rural es una inversión en el bienestar de las familias campesinas y en la seguridad alimentaria de Cundinamarca. Estamos construyendo un campo más fuerte, moderno y sostenible”.

Una inversión que fortalece el campo

El plan contempla entregas de insumos, material vegetal, equipos y adecuaciones en infraestructura para distintas cadenas productivas estratégicas en los municipios beneficiados.

Para el caso de Útica, son más de $86 millones distribuidos dentro de la línea avícola. Fueron entregadas gallinas ponedoras a 108 productores, quienes ahora podrán ampliar sus unidades productivas y garantizar ingresos más estables.

A su vez, en La Peña se destinaron $549 millones para la cadena panelera, entregando fertilizantes orgánicos y adecuando trapiches, lo cual impactará positivamente a 170 unidades productivas.

En cuanto a Nimaima, el campesinado recibió una inversión de $301 millones para impulsar 57 unidades productivas de caña panelera, con obras de infraestructura. Con ello será aumentada la competitividad de los campesinos en la región.

Igualmente, en Anolaima, más de $240 millones fueron invertidos en 780 productores frutícolas. Recibieron material vegetal de guayaba, aguacate, plátano, mango y cítricos, además de abonos orgánicos que mejoran la calidad de los cultivos.

Con estas acciones, la Gobernación busca generar un impacto directo en la calidad de vida de las familias campesinas, al tiempo que fortalece la seguridad alimentaria del departamento.

Importancia de las ayudas económicas agropecuarias

El campo colombiano, y particularmente el cundinamarqués, ha sido históricamente el motor de abastecimiento para las principales ciudades del país, entre ellas Bogotá. La capital nacional depende en gran medida de los productores de su área metropolitana y del departamento para garantizar la provisión de alimentos básicos.

Por ello, las ayudas económicas para pequeños productores representan una oportunidad crucial para enfrentar los retos que atraviesan los agricultores. Los mayores obstáculos se ubican en los altos costos de producción, efectos del cambio climático, dificultades en la comercialización de productos y falta de acceso a tecnología y asistencia técnica.

Sobre esos argumentos, la Gobernación de Cundinamarca diseñó la estrategia que comenzó a aplicar en los coitados municipios en esta ocasión.

Estas inversiones no solo apoyan la sostenibilidad de las familias campesinas, sino que contribuyen a mantener estable la oferta de alimentos en mercados urbanos, observan analistas. Con el fortalecimiento de las cadenas productivas, según sus promotores, se busca reducir la dependencia de importaciones y garantizar precios justos tanto para productores como para consumidores.

Antecedentes de las ayudas al campo en Cundinamarca

El nuevo paquete de apoyos se suma a una serie de medidas implementadas por el Gobierno seccional a lo largo de la última década para fortalecer el sector agropecuario.

Hace dos años, en el 2023, se ejecutó un plan de entrega de insumos agrícolas y pecuarios a pequeños campesinos de provincias como Sabana Occidente y Tequendama; fueron invertidos cercana a los $800 millones en esa ocasión.

Durante la pandemia de COVID-19, el departamento implementó programas de comercialización directa de productos campesinos en Bogotá y municipios cercanos. Evitaron la intermediación y “asegurando ingresos más justos” para los productores campesinos.

En el 2022, el departamento, junto al Ministerio de Agricultura, puso en marcha proyectos de asistencia técnica y capacitación. Resultó beneficiado un buen número de productores con conocimientos en buenas prácticas agrícolas, sostenibilidad y aprovechamiento de nuevas tecnologías.

Casos similares en Bogotá y la región central

La capital del país también puso en marcha iniciativas encaminadas a apoyar a los productores que abastecen las plazas de mercado y centros de distribución de alimentos. A través del programa “Bogotá Rural”, el Distrito entregó recursos y asistencia técnica a campesinos de localidades rurales como Sumapaz, Ciudad Bolívar y Usme.

Asimismo, en municipios vecinos de Cundinamarca, han sido ejecutados programas de inversión en cadenas productivas estratégicas. En Fusagasugá, por ejemplo, fueron destinados recursos para fortalecer la floricultura y el cultivo de hortalizas. A su vez, en Zipaquirá y Chía se impulsaron proyectos de innovación en la producción lechera.

Impacto social y económico

Más allá de los beneficios directos en las unidades productivas, las ayudas económicas para el agro tienen un efecto multiplicador en las comunidades. Se fortalecen las economías locales; se dinamizan los mercados campesinos y se generan mejores condiciones para que las familias rurales.

De acuerdo a analistas, el impulso al sector agropecuario en Cundinamarca representa un aumento de la productividad agrícola y pecuaria. También en la reducción de costos de producción gracias al acceso a insumos subsidiados. Paralelamente es mejorada la calidad de vida de los campesinos, con mayores ingresos y estabilidad económica.