En un procedimiento sin precedentes para su jurisdicción, la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) confirmó la liberación exitosa de un ejemplar macho adulto de jaguar (Panthera onca). El felino, que había sido rescatado en septiembre pasado en la zona rural comprendida entre los municipios de Tocaima y Apulo, fue devuelto a la naturaleza tras un mes de riguroso seguimiento técnico y científico.
Liberación en hábitat adecuado
El jaguar fue liberado en uno de los principales corredores de felinos de la Orinoquia colombiana, específicamente en el departamento del Vichada. Esta ubicación fue elegida estratégicamente debido a que ofrece las condiciones óptimas de refugio y la disponibilidad adecuada de presas para garantizar su supervivencia.
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Antes de la liberación, los especialistas llevaron a cabo una evaluación clínica y etológica del espécimen. Determinaron que el individuo, que pesaba 95 kilogramos y se encontraba en excelente estado de salud, presentaba un comportamiento completamente silvestre, sin mostrar signos de impronta hacia los seres humanos. Este factor fue decisivo para aprobar su regreso al hábitat natural.
Tecnología para el monitoreo
Como parte de este "hito para la conservación de los grandes felinos en el país", el ejemplar fue equipado con tecnología avanzada. La CAR implementó un collar de telemetría y GPS satelital, una herramienta que permitirá el monitoreo científico constante de sus desplazamientos, comportamiento y adaptación en tiempo real. Adicionalmente, se realizará un seguimiento permanente en campo mediante la instalación de cámaras trampa, asegurando así el bienestar del felino y la estabilidad ecológica de la zona de liberación.
Alfred Ignacio Ballesteros, director general de la CAR, destacó el carácter extraordinario de la operación. "Por primera vez, la CAR llevó a cabo un procedimiento de este tipo en su jurisdicción. Esto incluye la captura y posterior liberación de un jaguar con un collar de telemetría y GPS satelital," afirmó Ballesteros.
Un misterio resuelto
El director de la CAR también se refirió a la peculiaridad del avistamiento original en Cundinamarca: “Aún es un misterio cómo este individuo llegó a Cundinamarca, una región que no cuenta con hábitats adecuados ni suficiente disponibilidad de presas para esta especie”. No obstante, señaló que el rescate, la atención y la posterior liberación marcan un precedente importante.
Durante el traslado aéreo del ejemplar hacia el lugar de liberación, un equipo especializado compuesto por veterinarios y biólogos monitoreó de manera constante sus signos vitales, incluyendo la frecuencia respiratoria y cardíaca. Esto se hizo para garantizar la estabilidad del jaguar a lo largo del procedimiento anestésico, el cual fue rigurosamente controlado hasta su recuperación total.
La Corporación reafirmó su compromiso con la conservación de la biodiversidad y la protección de los ecosistemas. Recordó a las comunidades rurales la importancia de reportar cualquier avistamiento o situación que pueda representar un riesgo para la fauna silvestre. La CAR subrayó que la colaboración activa de la ciudadanía ha sido un factor clave para proteger especies amenazadas como el jaguar, que está clasificado como especie vulnerable según la resolución 126 de 2024 del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible.







