El Metro de Bogotá, el proyecto de infraestructura de transporte más esperado en la historia de la capital colombiana, ha alcanzado un punto de inflexión fundamental. El pasado 26 de diciembre de 2025, se llevó a cabo el primer recorrido de prueba de uno de los trenes en el patio taller de la localidad de Bosa. Este evento no solo representa un logro técnico, sino que consolida la viabilidad de un sistema que busca transformar la movilidad de millones de ciudadanos.
Un trayecto corto con un significado monumental
Durante esta jornada histórica, el tren completó un trayecto de aproximadamente 905 metros. Aunque la distancia pueda parecer corta en comparación con el trazado total de la línea, su importancia radica en la verificación de los componentes críticos del sistema. Los ingenieros y técnicos se centraron en realizar ensayos eléctricos y dinámicos iniciales, que incluyeron la revisión minuciosa del funcionamiento de los rieles energizados, así como de los sistemas de frenado, aceleración y la apertura de puertas. Estos elementos son el corazón de la operación segura y eficiente que el metro deberá ofrecer una vez sea entregado al servicio público.
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El alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, fue un testigo directo de este avance, participando activamente en la prueba desde el interior de los vagones. A través de las redes sociales de la Alcaldía, se enfatizó que el proyecto ha superado la etapa de maquetas y simulaciones para convertirse en una realidad palpable: "¡Esto ya no lo para nadie!", fue la consigna que acompañó el registro audiovisual del evento.
Expansión y transformación con el Metro
El balance al cierre de 2025 es sumamente positivo para la administración distrital. El proyecto cerró el año con un avance físico del 68,64%, una cifra que demuestra un ritmo de ejecución constante y acelerado en comparación con los periodos anteriores. Este progreso no se limita únicamente a los rieles; durante el mismo año, se pusieron en funcionamiento infraestructuras complementarias de gran envergadura, como la cochera del patio taller, que abarca más de 25.000 metros cuadrados, y el estratégico intercambiador vial de la calle 72 con avenida Caracas.
Mirando hacia el futuro, el año 2026 se perfila como un periodo de expansión y consolidación. Se espera la llegada de nuevos trenes desde el exterior y la extensión de las pruebas dinámicas a otros tramos del trazado ya construidos. Además, el proyecto del Metro trae consigo una renovación urbana sin precedentes, que incluye la intervención de más de 1,4 millones de metros cuadrados de espacio público, mejorando el entorno habitacional y comercial por donde circulará el sistema.
Este avance es como el primer latido de un corazón que ha estado en formación durante décadas; un signo vital que confirma que el organismo está listo para empezar a funcionar y dar vida a una nueva Bogotá.
