La Policía había detectado que, ante las restricciones de la pandemia, los narcotraficantes estaban utilizando las empresas de mensajería para enviar drogas ilícitas.
Entonces decidieron solicitar un perro antinarcóticos para adelantar recurrentes inspecciones a todos los embarques que llegaran a la ciudad; en una de esas evaluaciones encontraron el cargamento incautado.
Se trata de 2 kilogramos de marihuana (aproximadamente) que debían reclamar en Fusagasugá, Cundinamarca; fue embarcado en una oficina de reconocida empresa de mensajería ubicada al sur de Bogotá.
Unidades de la Policía encargadas de las investigaciones avanzaron en la búsqueda de pistas y, parece, ya identificaron a la persona que colocó el envío en la capital colombiana; lo hicieron consultando las cámaras de seguridad.
El cargamento venía bien empacado en una caja de cartón y debidamente aislada, precisamente con el propósito de burlar inspecciones que descubrieran la mercancía ilícita.
Con lo que no contaban era con que la Policía del Distrito Uno en Fusagasugá, Cundinamarca, ya disponía de uno de los aliados más efectivos en esta clase de operativos: MAXXI, un canino antinarcóticos con excelente hoja de vida en la lucha contra el narcotráfico.
La Sijín se muestra optimista en lograr detenciones en el curso de las próximas horas.
Parece ser que, igualmente, ya tienen indicios sobre el destinatario del alijo que, en el mercado, podría alcanzar varios cientos de miles de pesos.
