VIDEO. Otro grupo de bandidos en bicicleta fueron captados en plena actividad sobre la carrera 30 con calle 4, a la altura de la Estación Comuneros de Transmilenio.
Las imágenes muestran la manera como los hampones, tratando de pasar desapercibidos, se mueven en busca de sus “presas” y analizan el terreno antes de dar el golpe; sus víctimas por lo general, son automovilistas.
En los registros se observa que la táctica es la misma utilizada en otros hechos similares en la misma capital colombiana; uno de los antisociales pasa junto al automóvil seleccionado y “descuadra” el retrovisor.
Una vez el conductor baja el vidrio para corregir el inconveniente, llega el segundo compinche para materializar el atraco; encañona a la víctima y la obliga a entregarle las pertenencias de valor; el tercero “campanea”.
Luego, con toda tranquilidad y sin mayores sobresaltos, los bandidos parten sin rumbo fijo; probablemente se dirigen en busca de nueva víctima.
Imágenes de este tipo permanentemente circulan por las redes sociales acompañadas de mensajes ciudadanos reclamando acciones concretas que, en realidad, proteja a la ciudadanía.
Para muchos de ellos es urgente que el Congreso legisle para endurecer las penas en decisión acompañada desde la Presidencia de la República.
El desespero de la población es de tal proporción que ya se está convirtiendo en rutina el que la ciudadanía tome justicia por su mano contra los bandidos. (Ver: Golpean a presunto delincuente en Bogotá )
La intranquilidad de la población no se limita a los hechos de la delincuencia común; con mayor fortaleza reclaman decisiones que pongan fin a la corrupción, para muchos el origen de los males del país.
El último de suceso de este tipo fue hecho público hace menos de una semana; el país se estremeció al ver que la delincuencia de cuello blanco se llevó una suma importante de dinero para la alimentación de los niños pobres del país. (Ver: No se detiene corrupción con programas sociales )
En otro caso similar igualmente denunciado por la Contraloría General se advierte sobre el saqueo de los dineros de las regalías a manos de la misma voracidad de los corruptos. (Ver: Al descubierto otro frente de corrupción en Colombia )
La relación es extensa. Para algunos analistas y muchos observadores el tema se le salió de las manos al Gobierno Nacional.
Algunas voces advierten sobre lo frustrante que resulta ver que muchos bandidos son capturados pero, poco después, regresan a las calles sin mayor efecto de la justicia colombiana.
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