En un hecho histórico para la infraestructura de transporte en el centro del país, el Gobierno Nacional, la Gobernación de Cundinamarca y la Alcaldía de Bogotá oficializaron el inicio del proyecto Tren de Zipaquirá, luego de la aprobación del Documento Conpes 4171 que declara su importancia estratégica.
Con esta luz verde, el proyecto entra en su fase de estructuración definitiva y se consolida como una de las obras de transporte público más relevantes de la próxima década, destinada a conectar a Bogotá con los municipios de Chía, Cajicá y Zipaquirá.
- Recomendado: CAR recuperó ocelote en el municipio de Fusagasugá
Características y beneficios del corredor férreo
El Tren de Zipaquirá será un corredor de 49 kilómetros de longitud contará con 17 estaciones estratégicamente ubicadas. Se estima que atenderá a más de 187.000 pasajeros diarios y podría reducir los tiempos de viaje en hasta una hora por persona en los trayectos entre el norte de la Sabana y Bogotá.
La obra representa una inversión total de 17,45 billones de pesos. La financiación será compartida: la Nación aportará el 68,48% (equivalente a 11,95 billones de pesos), mientras que las entidades territoriales (Bogotá y Cundinamarca) contribuirán con el 31,52% (aproximadamente 5,4 billones de pesos).
Para garantizar los recursos a lo largo del desarrollo del proyecto, se ejecutarán mediante vigencias futuras desde 2026 hasta 2039. De cumplirse los plazos establecidos, las obras de construcción iniciarían en 2026 y se extenderían por etapas hasta 2039.
Sostenibilidad e integración con el sistema de movilidad
El tren está diseñado para operar con energías limpias, lo que contribuirá significativamente a la reducción de la huella de carbono y a la mitigación del cambio climático. Además, su operación estará completamente integrada con otros modos de transporte público, incluyendo el Metro de Bogotá, el Regiotram de Occidente y el Sistema Integrado de Transporte Público (SITP).
Natalia Irene Molina Posso, directora del Departamento Nacional de Planeación (DNP), destacó la trascendencia de la obra. “Constituye un avance decisivo hacia un modelo de movilidad sostenible y equitativo”, afirmó, resaltando que el proyecto no solo mejorará la calidad de vida de miles de personas, sino que promoverá el desarrollo económico, la creación de empleo especializado y la competitividad regional.
El Tren de Zipaquirá marca así un hito en la reactivación del sistema ferroviario nacional y se perfila como una solución estructural a los problemas de congestión y conectividad de la región metropolitana.







