¡Fariseos! Un escándalo más, y no el más escandaloso, fue el particular simbolismo del senador Antanas Mockus, mostrando el culo en señal de protesta por la desatención que los “honorables” prestaban en ese momento a la sesión de instalación.
Opinión.
Por: Octavio Quintero.
Grupo GES
La enfermedad del senador Verde le genera problemas de pronunciación, y en reciente entrevista, cuando el reportero le preguntó cómo iba a hacer para hablar, le dijo: no sé, me tocará hablar con las manos, “o mostrar el culo”, tal vez pensó desde ese momento.
No han faltado adustos, unos reales y otros impostores, consternados ante la actitud de Mockus. Pero, viéndolo bien, el “importaculismo” que representó su bajada de pantalones es un gesto apropiado a un congreso que ha perdido toda su majestad. Todas las encuestas de opinión pública, lo testifican: es la institución más desacreditada del país.
De qué se pueden escandalizar unos congresistas, en su mayoría (más de 200), investigados en este momento por la Corte Suprema de Justicia por lo que se ha conocido como la ‘mermelada’, una sutil forma de cambiar sus votos por contratos de bolsillo y puestos para sus familiares y allegados. Ni el mismo Mockus se salva, inaugurando una curul duramente cuestionada por sus negocios con el Estado al momento de ser elegido.
Las redes sociales están trinando sobre la idea que se tiene del congreso hoy en día y se preguntan: “¿Qué es más escandaloso, el culo de Mockus o la presencia en el Congreso de los criminales de las Farc?”. Sin más ejemplos porque por el estilo abundan… Baste con recordarles a quienes le están pidiendo a Mockus más respeto con la “majestad” del congreso, que el respeto no se exige, se merece.
Si fuera aplicable algún método para conocer la verdad desnuda, tal vez todos los parlamentarios tendrían que quedarse quietos el día que se les pida lanzar la primera piedra el que esté libre de pecado.
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