También les “pintaban” jugosas ganancias con la venta de dólares, guacas u otros elementos de valor. A sus últimas víctimas las citaron a un centro o casa vacacional en Cucharal Bajo en donde los despojaron de millonarias sumas de dinero. Ofrecían atractivos negocios, haciéndoles creer que iban a gana millones rápidamente y sin mayores esfuerzos.
No se sabe, por ahora, cuántas personas cayeron con la misma trama; finalmente y con ayuda de la comunidad lograron detener a tres de ellos presuntamente implicados (dos hombres una mujer), en momento que trataban de escapar luego de cometer una de sus fechorías las últimas horas.
Los ubicó la Policía con ayuda de la ciudadanía y las mismas víctimas, a quienes hicieron viajar hasta Fusagasugá (posiblemente provenientes de Bogotá), Cundinamarca, con la falsa promesa de importante y jugoso negocio.
Trataban de escapar sin prisa confiados en que habían dado el golpe sin mayores problemas; se desplazaban caminando por una de las vías de Cucharal camino a la Panamericana minutos después del asalto, cuando fueron sorprendidos y encarcelados.
Es escasa la información recogida del caso sobre el cual las autoridades han guardado silencio debido a que, parece, se encuentran tras “algo más grande”, que podría ser una organización con tentáculos, o por lo menos antecedentes, en otras poblaciones de Cundinamarca.
Se supo en medios cercanos a las investigaciones que este episodio tiene algunas similitudes con otros sucesos como el registrado en Fusagasugá hace un mes (Ver: Persiguen y detienen presunto fletero en Fusagasugá, Cundinamarca ), lo cual conlleva a evaluar más a fondo este clase de modalidad delictiva.
Para el caso actual se supo que los delincuentes prometieron millonarias ganancias a un par de personas quienes, aparentemente, viven en Bogotá; les prometieron la venta de joyas en oro por una suma importante de dinero que, en todo caso, era mínima en comparación al valor real de lo solicitado.
Les dijeron que las ofrecían debido a que tenían que realizar un viaje urgente y que no contaban con tiempo suficiente para demorar una negociación a largo plazo; por esa razón la “ganga”.
Una de las condiciones era que el dinero tenía que ser en efectivo; así lo hicieron las víctimas quienes llegaron ilusionados a la casa vacacional o de veraneo en el Cucharal. Tenían la expresa recomendación de no avisarle a nadie sobre en negocio; era una operación “secreta” por el “riesgo de que delincuentes se enteraran y los asaltaran”.
Una vez en el lugar de la cita las víctimas se hospedaron a la espera de que llegaran los dueños de las joyas; luego de largos minutos, tal vez un par de horas, fueron sorprendidos por un número indeterminado de encapuchados.
Los asaltantes ya sabían que sus “clientes” llevaban el dinero en efectivo (varios millones) como les habían recomendado; los encañonaron, ataron y arrebataron el botín para luego escapar.
Pudieron desamarrarse y dar aviso a la Policía que puso en marcha un operativo para frenar el escape de la banda. Recogieron algunas pistas y señales de los asaltantes entre ellas la forma como vestir.
Fue con estos datos, las prendas, como los identificaron y sorprendieron cuando caminaban desprevenida y tranquilamente hacia la Panamericana en donde esperaban tomar un vehículo aparentando ser personas del común.
La Policía se abstuvo de suministrar mayores detalles debido a que se encuentran tras el rastro de otros integrantes de la banda a quienes ya tienen prácticamente identificados.
Con la evidencia presentada antes las autoridades judiciales y luego de surtir el debido proceso, las tres personas detenidas fueron cobijadas con medida de aseguramiento en su lugar de residencia (detención domiciliaria), a esperas se resuelva su situación jurídica por el delito de hurto calificado.
Lo sucedido facilitó nuevos mensajes de la Policía del Distrito Uno Cundinamarca en Fusagasugá, a fin de que la ciudadanía evite ser víctima de la delincuencia, especialmente cuando les “pintan” millonarios negocios.
Otro caso similar ocurrió en El Colegio, Región del Tequendama, cuando los integrantes de una misma familia asesinaron a tres comerciantes de Soacha hace algunas semanas. (Ver: Familia de presuntos secuestradores cayó en El Colegio, Cundinamarca )
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