El gobernador Nicolás García, en unos de los años más críticos para la historia de la humanidad, logró mostrar un novedoso sistema de gobernanza que comienza desde el orden, la autoridad y el liderazgo que habían permanecido ausentes en el país, para llegar con verdaderas acciones del Estado.
El joven profesional del derecho de la fría sabana capitalina, con determinación, temperamento, carácter, personalidad e inmensa capacidad logró convencer primero al presidente Iván Duque y, luego, a todos los colombianos, de que sí se puede cumplir con las obligaciones de gobernante.
Sus acciones, (por lo menos las inmediatas y más sensibles) que rompieron con la perversa tradición colombiana de llevar las responsabilidades de mandatario solo a nivel de anuncios y promesas, están sentando cátedra de la manera como debe actuar un verdadero líder.
Desde su primer día de mandato comenzó a dar ejemplo; entró pisando fuerte para sembrar un nuevo estilo de gobierno, con lo cual se le abre el camino a la credibilidad en aquellos que, en su inmensa mayoría, han defraudado a los colombianos desde el siglo pasado.
En una serie de hechos que sorprenden por lo exóticos en un país de frustraciones, engaños, mentiras y corrupción, el señor García Bustos demostró que sí se puede con programas de alto contenido social.
Uno de ellos tiene que ver con la gratuidad en la educación superior. No se detuvo en anuncios y solo hizo saber de su programa una vez estuvo seguro de que lo iba a hacer.
Hoy los jóvenes estudiantes de la Universidad de Cundinamarca, por lo menos en su gran mayoría, pueden ingresar a las aulas sin el menor temor de los costos académicos.
A raíz de este hecho otros gobernadores comenzaron a hacer lo propio en sus territorios.
En hecho similar y ante la inminente quiebra de los cultivadores de papa en el departamento, salió él mismo a promocionar sus ventas con lo cual salvó de la quiebra a miles de productores del alimento. Igual ha ocurrido con otros sectores rurales.
Viene impulsando la comercializadora de perecederos; el programa avanza por buen camino y, de seguro, se constituirá en otro ejemplo para el resto de mandatarios del país.
Personalmente asumió todas las estrategias contra la pandemia; cierto que en algunos municipios el tema es crítico; pero, como quiera que sean, Cundinamarca es uno de los departamentos con mejor comportamiento en ese frente.
Entregó créditos a cero intereses y con seis meses de gracia a los microempresarios y famiempresas del departamento; si bien los recursos no fueron suficientes para cubrir toda la demanda, por lo menos demostró que sí se pueden desarrollar propuestas de este tipo.
Por estos y otros hechos en medio de la adversidad, es que el gobernador Nicolás García Bustos, sin duda, se constituye en el Personaje del Año en Cundinamarca.
Desde luego que existen otras opiniones, todas respetables, pero la mayoría considera que el mandatario seccional es la figura en el departamento durante fatídico 2020
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