Aunque ya las estaciones se encontraban fuera de servicios ras ser vandalizadas, al parecer la intención de un reducido grupo de desadaptados, es destruirlas en su totalidad.La situación fue criticada hasta por los mismos seguidores del Paro Nacional y el comité en el municipio de Soacha, Cundinamarca. Según reseña el portal de Periodismo Público “es incierta la reanudación del servicio de Transmilenio en Soacha porque las estaciones quedaron prácticamente destruidas, y aunque no hay un reporte oficial, se dice que hasta seis meses se tardarían en repararlas”. La estación San Mateo sufrió graves daños el 28 de abril, pero con el correr de los días se han venido robando las barreras de protección y hasta las puertas. Y para completar, en las últimas jornadas de paro los vándalos acabaron de destruir lo poco que quedaba. Lo único que sirve de la estación San Mateo es su estructura metálica, el resto lo destrozaron totalmente. Le recomendamos leer: Comerciantes «con el agua al cuello» por más restricciones en Fusagasugá, Cundinamarca Agrega el trabajo publicado por Periodismo Público que "el panorama de destrucción es desolador y muchos usuarios no se explican por qué dañan lo que está al servicio de los más pobres. Esos vándalos no entienden que el daño lo sufrimos nosotros los de estratos más bajos porque somos los que utilizamos el Transmilenio para ir a nuestros trabajos, los mismos estudiantes para ir a la universidad". La verdad esto es reprochable desde todo punto de vista”, dijo María Helena Patiño, residente en Terreros. Lo cierto es que las consecuencias de estos actos vandálicos las están pagando los miles de usuarios de Transmilenio que día a día utilizaban el servicio y que ahora deben hacer largas caminatas, coger bicitaxi o intentar subirse a un colectivo que los lleve hasta el portal del Sur.
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