10 puntos que eran un "Propósito Nacional". En 1982 elegimos un Presidente con la esperanza de “Si se puede”. Ese presidente, Belisario Betancur, acaba de morir y, no se pudo. Que en paz descanse.
Opinión
Por: Octavio Quintero
Red GES
Memorias mías. En 1982 fundamos en compañía de entusiastas amigos, entre otros, Carlos Ortiz Fernández, quien luego fue gerente de la Central Hidroeléctrica de Betania, en el departamento del Huila, una revista con el nombre de “Propósito Nacional”; y en estos días, revisando archivos, me topé con el editorial del primer número basado en 10 puntos que constituían los propósitos nacionales del momento.
Nostalgia aparte, me llamó la atención que, 36 años después, en este ya casi ido 2018, esos propósitos nacionales sigan siendo una asignatura pendiente del Gobierno, los partidos políticos y la sociedad colombiana, inclusive, algunos más distantes de alcanzar de lo que se veían en ese lejano ya 1982.
Con algunos ligeros retoques de forma, sin alterar el fondo del editorial original, esos 10 puntos precisaban:
1) Lograr la paz a como dé lugar.
2) Permitir tanto libre mercado como fuera posible y tanta intervención del Estado como fuera necesaria.
3) Asegurarle a la comunidad el primer servicio público y derecho ciudadano por excelencia: una justicia pronta y debida.
4) Marchar hacia una sociedad más igualitaria; hacia un crecimiento con cohesión social.
5) Garantizar equidad en la redistribución del ingreso a través de los impuestos, el gasto social, los salarios y las pensiones.
6) Desmontar los privilegios del sistema financiero, dándole mayor prioridad a la economía real.
7) Acabar con la segregación educativa inducida por unos costos que la han segmentado en educación de primera, de segunda y de tercera categoría.
8) Mejores comunicaciones en todos los sistemas: terrestres, aéreas y tecnológicas; y en todos los ámbitos: municipal, departamental y nacional.
9) Instituciones fuertes que garanticen el cumplimiento de las leyes y las normas sin esguinces políticos, económicos ni particulares.
10) Colombia tiene que proponerse también ser un socio global responsable y no meramente un obsecuente servidor de intereses extranjeros.
A vuelo de pájaro
Sobre cada punto de entonces se tiene hoy el respectivo punto de reflexión:
1) Tal parece que después del proceso de paz suscrito con las Farc, todo lo que nos proponemos ahora en el presente es “hacer trizas” ese proceso, “a como dé lugar”.
2) Al cabo de estos años hemos arrodillado la majestad del Estado al dios del mercado.
3) Acabamos de enterrar, por enésima vez, una reforma a la justicia y, dicen los que tienen por qué saber, que la impunidad en Colombia está arriba del 90%.
4) Resulta incuestionable que la brecha social está en expansión. Cada día, y esto ya no es discurso de “mamertos”, los ricos son más ricos, y los pobres más pobres.
5) La actual reforma tributaria, que llaman hoy, ley de financiamiento, es un monumento a la expoliación impositiva de las clases medias y bajas.
6) El sistema financiero ha asfixiado la economía real. Ninguna economía sana ni sociedad decente son capaces de absorber con éxito unas tasas de interés que superan 10 y 12 veces la inflación corriente. Para no entrar en el día a día de la tiranía del sector financiero sobre la gente.
7) La prolongada huelga de profesores y estudiantes de estos días es, precisamente, contra el abandono de la educación pública.
8) anoche 10 de noviembre del 2018, nada más, el director de Noticias 1, se unió a las alertas de un proyecto de ley que le entrega poder de censura al Gobierno y acaba con la televisión pública.
9) La crisis institucional es evidente y el esguince político asfixia la oposición democrática.
10) Obsecuente servidor de gobiernos extranjeros y multinacionales es Colombia, principalmente en lo económico a través de los TLC y una política tributaria regresiva.
Fin de folio
Esa revista, Propósito Nacional, era un canto a la esperanza que se habría con la elección del presidente Belisario Betancur, y su eslogan, “Si se puede”.
El presidente acaba de morir (08 de diciembre) y, no se pudo. Que en paz descanse, mientras le seguimos estas generaciones de colombianos que no pudimos, lo que no quiere decir que no hayamos luchado contra el Leviatán que acoyunda a Colombia a un régimen que aplasta a todo el que intente sacar la cabeza.
La historia nos está demostrando que Colombia puede ser la única excepción del mundo a la regla de oro que reza: “No hay mal que dure 100 años ni cuerpo que lo resista”, o en otras palabras, excepción también al axioma de Lincoln: … “no se puede engañar a todo el mundo todo el tiempo”.
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