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La burda mentira

por: Omar Gamboa

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El arte de la mentira política. El mentir bien a los ciudadanos no es cosa que se improvise; es un arte con todas sus reglas... A Duque, con la mayor consideración… A los parlamentarios del CD, para que aprendan a mentir con eficacia… A todos los uribistas, acostumbrados por Santos a ser engañados con elegancia. (La mentira organizada)   Opinión Por Octavio Quintero Grupo GES El acelerado desgaste de la imagen del presidente Duque se debe a que no sabe mentir como político: con la sutileza de un orfebre… Lo que quiere decir que es un mentiroso torpe. En “El arte de la mentira política”, un opúsculo aparecido en la Inglaterra del 1733, se dice claramente que “el mentir bien a los ciudadanos no es cosa que se improvise; es un arte con todas sus reglas”. El mismo opúsculo, o libro, tiene su historia. Inicialmente se atribuyó a Jonathan Swift; más tarde se dijo que era de John Arbuthnot, y después, que se trataba de ingeniosas notas acumuladas por amigos de tertulia… Y ahí no termina el cuento porque lo que se ofrecía al público era una especie de preventa de un libro inexistente, obra de un autor anónimo. Mejor presentación no podía tener un arte de mentir y, nunca se supo si los ingeniosos promotores literarios devolvieron la plata a los suscriptores. Lo que se dejó claro desde entonces y hasta nuestros días es que, como digo en mi libro La mentira organizada” (…) “el cinismo ha llegado a tal extremo que cuando (las clases dirigentes) no mienten por obligación, mienten por necesidad. La mentira se les ha vuelto como una necesidad fisiológica” … El presidente Duque tuvo la fortuna de empatizar con el expresidente Uribe que lo hizo senador en el 2014 y Presidente en el 2018. Nadie, hablando del grueso electoral, conocía a Iván Duque. En el curso senatorial, se dice que el propio expresidente Uribe le tocó arriarlo varias veces para que botará la timidez y hablara en la plenaria. Hoy, al mismo expresidente Uribe le toca atajarlo porque, lo que viene pasando, o al menos es lo que nos tratan de hacer creer, que no hay pleno entendimiento entre el Presidente Duque y su partido de origen, el Centro Democrático, p.ej. en la reforma tributaria, al punto que el propio Uribe anda de populista rampante haciendo la pantomima de defensor de los trabajadores… Qué va a sentir nada el expresidente por los trabajadores, y en general por las clases populares, si es él, precisamente, quién más las ha golpeado en los últimos 30 años, ora como senador-ponente de la ley 100 que arrasó con todos los beneficios laborales y sociales de los trabajadores y le arrancó a la salud su esencia humanista entregándosela como negocio al sector financiero; ora como Presidente-inspirador del IVA a los alimentos básicos [ley 788 del 2002], y cegador, nuevamente, de las horas extras a los trabajadores y la mesada 14 a los pensionados, entre otros atropellos sociales concebidos en el acto legislativo 01 del 2005, conjuntamente con Carrasquilla, el "flamante" ministro de Hacienda que tiene soliviantado al pueblo en estos momentos contra Duque. Volviendo al tema, el senador Duque, soltado de la lengua, se perfiló como vocero predilecto del Centro Democrático contra el presidente Santos. Sobre la reforma tributaria del 2014 llegó hasta demandarla ante la Corte Constitucional, y sobre la expedida en el 2016 dijo en su cuenta de tuiter: ¿Cómo es que un país con desaceleración, superando meta de inflación, con altas tasas de interés, decide aumentar IVA limitando el consumo? (28 dic.2016) Eso es lo que la gente le cobra hoy, su torpeza en el arte de mentir porque, según se ha ido comprobando a lo largo de la historia, desde Platón a nuestros días, la democracia se sustenta en “mentiras saludables” que los políticos le suministran al pueblo por su propio bien. Así, política y mentira siempre han sido buenas compañeras, y en este arte, el presidente Santos nos dejó un buen legado. Seguramente, al presidente Duque, no le caería mal echarle una revisada al tema para no seguir incurriendo, y en periodos tan cortos, en contradicciones tan torpes; y el pueblo, acostumbrado a la mentira de sus dirigentes, le quedaría muy agradecido y dispuesto a premiarlo en las próximas elecciones con buenos mentirosos en las alcaldías y gobernaciones, porque, al menos en política, la famosa frase de Lincoln sobre que “no se puede engañar a todo el mundo todo el tiempo”, es solo eso: una frase. Enlaces relacionados EL ARTE DE LA MENTIRA POLÍTICA I EL ARTE DE LA MENTIRA POLÍTICA II EL ARTE DE LA MENTIRA POLÍTICA Ediciones sequitur, 2006 *Encuentre y reciba más información de Cundinamarca uniéndose al fan page:  https://goo.gl/13uuPz *Espacio publicitario