Son tiempos difíciles estos que estamos viviendo. Y los que se avecinan. Lo primero es salir de la amenaza de pandemia, cuidarnos la salud y ser juiciosos y disciplinados, por favor hagámoslo. Luego vendrá el rollo de superar el problema económico. Bueno, desde ya podemos irnos adelantando a ese problema que viene y tomar medidas.
Pero de lo que les quiero hablar hoy no es de eso, sino del deber ser. Hoy estamos llamados a superar esta lucha emocional que significa superar grandes pruebas, lo que en inglés llaman “quest”.
La lucha que tenemos ahora, además de sanitaria, es anímica. Estamos viviendo con el temor de enfermarnos, o que le pase a alguien cercano; vivimos con el temor de la economía, de perder el trabajo, que las empresas cierren, etc.
Y como si fuera poco, lo tenemos que hacer encerrados en nuestras casas, cosa que pone a prueba nuestra convivencia, la salud mental, lo emocional. Básicamente estamos viviendo la vida en nivel Legendario.
Lo que se viene es como caminar desde La Comarca hasta Mordor, con un gran peso a cuestas -los que no han visto El Señor de los Anillos aprovechen y la ven, son grandes películas y están todas en Netflix-.
Por estos días vamos a tener que atravesar un largo camino, no sabemos qué va a pasar en el trayecto, pero tenemos la firme convicción de que podremos lograrlo. Y cuando alguno caiga sin fuerzas, los demás debemos levantarlo.
Cuando alguno no dé más, los otros le daremos ánimo, lo entenderemos, sabremos que a veces es difícil, pero lo sacaremos de ahí. Así cuando nosotros estemos mal, los demás nos devolverán el favor.
Tenemos que estar unidos, ser empáticos, tratar de entender que no todos vivimos los dramas de la misma manera. Yo mismo no estoy muy bien en este momento, pero hablé con alguien que me hizo ver una luz y ahora estoy mejor, por eso quise compartirlo con ustedes.
Hoy no somos de un partido o del otro, dejemos de criticar tanto al gobierno de turno. Hoy no somos hinchas de uno y otro equipo. Somos colombianos.
Cuánto sirve hablar con alguien que está optimista, que nos ayuda a ser más objetivos o más alegres. Alguien que nos estire la mano cuando caemos en el fango. A veces seremos el que necesita esa mano, a veces seremos quien la extienda.
No nos dejemos vencer, no nos dejemos desanimar, de esta salimos. Pero entre todos.
Si quieren, para dar más felicidad por ahí, contemos esas historias bonitas de estos días, las cosas que no vemos en los noticieros porque no son números de enfermos o muertes. Me pueden contar en mis redes sociales, o le pueden contar al que tengan al lado, no importa.
Un abrazo muy grande para cada uno de ustedes, que me lee en estos momentos. Gracias por estar siempre ahí.
@OmarGamboaNos leemos acá la próxima semana, o antes si algo extraordinario ocurre. También estoy en LinkedIn, Twitter, Instagram y Facebook.
Como siempre gracias por leer y por sus comentarios. ¡Se les quiere!
