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Diciendo y no haciendo…

por: Omar Gamboa

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Campaña anticorrupción: Los hechos se empeñan en demostrar lo contrario. Tanto como se aferran los optimistas a su ilusión, nos aferramos los pesimistas a una eventual equivocación   Opinión Por: Octavio Quintero Grupo GES Los columnistas más sobresalientes en los grandes medios de comunicación han convertido el nombramiento del exprocurador, Alejandro Ordoñez, como embajador de Colombia ante la OEA, en una batalla entre la moralidad y la corrupción, poniendo como frente de lucha los 11,7 millones de síes que sacó la Consulta Anticorrupción del 26Ag. A ese frente, el presidente Duque acaba de decirle que el nombramiento del corrupto “es irreversible”. Fue una lástima que la Consulta no pasara el umbral y que, en cambio, se haya convertido en un embeleco más de la falsa lucha contra la corrupción que puso su punto más alto en este gobierno, a solo pocos días del fracaso de la Consulta, sellando en Palacio el llamado “Pacto de la Media Noche” suscrito por corruptos, con las dos o tres excepciones a que haya lugar. La campaña contra la Consulta, liderada por el expresidente Uribe y su partido CD, ganó la parada,  al lograr que esa lucha no quedara como mandato del pueblo, sino como una política más del gobierno Duque y el Congreso, política que se sumará –póngale la firma—a otras políticas contra la corrupción emprendidas por sus antecesores, desde el presidente Turbay (1978 – 1982), por ejemplo, cuando lanzó su advertencia sobre la necesidad de reducir la corrupción “a sus justas proporciones”. El régimen colombiano, especializado en pasar por encima de la Constitución, se pasará también “por la faja” esos 11,7 millones de colombianos que se manifestaron activamente contra la corrupción, y los ejemplos en estos pocos días de gobierno, sobran.
  1. ¿Qué hacen en el alto gobierno ministros tan cuestionados por su pasado ético y moral como los de Interior y Hacienda?
  2. ¿Cómo explicar que el nuevo director de la DIAN provenga de un bufet de abogados liderado por un tipo que tuvo que renunciar a la embajada en Washington por un escándalo, precisamente, de corrupción?
  3. ¿Cómo entender que el presidente Duque desafíe esos 11,7 millones de votos, y en general a toda la opinión decente de este país, diciendo que el nombramiento del corrupto exprocurador, Alejandro Ordoñez, como embajador ante la OEA, “es irreversible”?
Estos tres ejemplos, entre muchos que saltarían a la vista a medio explorar la hoja de vida de los nuevos burócratas, se les puede sumar la última parada del Congreso eligiendo, “a la tapada”, a los nuevos magistrados del Consejo Electoral, una institución más podrida que huevo huero… Salvo el ejemplo del primer punto, todos los demás, son hechos posconsulta anticorrupción con sus 11,7 millones de síes, que se está pasando por la faja el Gobierno. Pero cómo no, si el mismísimo “Pacto de la media noche” fue suscrito por unos parlamentarios corruptos que a poco mirar su hoja de vida en los medios, aparecen incursos en escándalos de corrupción archivados en los anaqueles de los despachos públicos o de la justicia, cuando han alcanzado a llegar a manos de jueces y magistrados. Saquemos el brillante caso de Timochenko sentado a la mesa, que por lo escandaloso no tiene discusión. Pulsen en Google las noticias sobre Roy Barreras; o las de Hernán Andrade; o las del actual presidente del Congreso, Ernesto Macías… también las del fiscal Néstor Humberto Martínez, o del exministro Aurelio Iragorri o del expresidente César Gaviria o del excandidato, Gustavo Petro… Y si quisieran encontrar alguna excepción, pulsen las noticias sobre la misma promotora de la Consulta, Claudia López, lo menos que se encuentran es que ha sido condenada 15 veces a tener que rectificar injurias y calumnias contra sus adversarios políticos. No, es que, si algo resulta inexplicable en el día de hoy, es que la gente se esté tragando, sin pasante, el nuevo sapo de la lucha contra la corrupción. No sé cómo hacen… Y para colmo, esos 11,7 millones de colombianos andan como los seis personajes de Pirandello, “en busca de autor”: no tienen un pegamento político que les mantenga unidos en la próxima batalla del 2019, que serán las elecciones regionales: gobernadores, alcaldes, diputados, concejales y ediles. Ya veremos a Petro, Fajardo, Claudia y Robledo, por mencionar algunos, mostrándose los dientes; mientras desde la orilla opuesta, con todo el Gobierno a su disposición, y los poderes legislativo y judicial a la retaguardia, veremos a la derecha marchar hacia otra victoria en las urnas electorales del 2022, y tal vez, nuevamente, eligiendo “al que diga Uribe” … Y seguiremos, los 11,7 millones de la anticorrupción y la justicia social, celebrando votaciones como nunca y derrotas como siempre. *Encuentre y reciba más información de Cundinamarca uniéndose al fan page:  https://goo.gl/13uuPz *Espacio publicitario