Los dramáticos días vividos por toda una comunidad luego de conocer lo que finalmente resultó ser un diagnóstico equivocado, fueron magistralmente narrados por Nelson Mario Muñoz en escrito remitido a los sistemas informativos Día a Día.com
Carta del Lector
Machetá, Cundinamarca, libre del covid, libre de la calumnia. Ella estaba reunida con su familia en una fecha muy especial. Su mamita había mandado hacer una pequeña torta para celebrarle su cumpleaños.
A pesar de las dificultades de la situación por la cuarentena, sumado a la escasez del dinero, había que celebrar esa importante fecha de la niña.
De pronto suena el teléfono de la mamita; su cara no podía ocultar la noticia triste que le daban al otro lado de la línea; la cumpleañera tenía covid.
La torta quedó servida y lo que era alegría se convertía de un momento a otro en una inmensa tristeza, llanto y desesperación.
Hacia unos pocos días por los altoparlantes de la Alcaldía se estaba citando a los afiliados a una EPS que quisieran hacer el examen de ese maldito virus, que se acercaran a sus instalaciones para que les tomaran las muestras.
No había ningún síntoma en ninguno de los miembros de esa pequeña familia, pero por si acaso y por la “generosidad” de la EPS, ¿por qué no hacerlo?
Como ellas otras tres decenas de personas, más o menos, acudieron a esa nefasta cita. A los pocos días no sólo el hogar de esta pequeña, sino otras familias estaban desoladas con la misma triste noticia.
El caos reinó en nuestro pueblo. Nuestro alcalde Julio Cárdenas estaba descompuesto con esa noticia, porque el esfuerzo de todo este tiempo se había ido a pique de un momento a otro.
Machetá, Cundinamarca, figuraba en la misma lista de otros pueblos y ciudades como comunidad que había adquirido el virus.
No lo podíamos creer; ¿qué había pasado, si todos estábamos juiciosos atendiendo las órdenes de nuestros administradores?
Se cerraron establecimientos por sospecha y para evitar que el mal se propagará. Como el pueblo es tan pequeño al final todos sabíamos quienes eran los afectados.
La mayoría de sus vecinos se solidarizaron y pusieron en oración a esas personas; otros, muy pocos, desafortunadamente, los aislaron en todo sentido; lástima decirlo, pero fue así.
El señor alcalde Julio Cárdenas desconfiaba de esos exámenes y acudió prontamente para que se tomaran otras muestras con la esperanza y la fe que era un gran error.
Fueron días angustiantes para todos y de alguna manera nos convertimos en médicos que observábamos a la distancia en el transcurrir de los días notando que ninguno de los “infectados” daba muestra de estar enfermos.
Hoy 10 de junio, publica el municipio con alegría que ¡las segundas muestras daban negativo y que ninguno de los que habían sido confirmados como portadores del virus estaban enfermos! y que por lo tanto era un falso positivo que había dado esa EPS.
No saben el daño que hicieron, no sólo a las personas que las dieron como portadoras del virus, a sus familias, sino a todo un pueblo que ha sido responsable en esta situación que vive el mundo.
Atendiendo las órdenes de las autoridades llevamos varios lunes sin mercado, tenemos nuestros tapa-bocas, llegamos a casa y nos bañamos muchas veces las manos, respetamos al máximo la distancia.
Hemos hecho el sacrificio por nuestro bien y el de la comunidad, para que de un tajo, no sabemos los motivos, aunque si lo sospechamos, una entidad que presta la salud a la comunidad aterrorizó y señaló a todo un pueblo con un resultado de exámenes amañados y deja mucho que pensar en manos de quien está la salud de los colombianos.
Respetamos y admiramos la labor que prestan los médicos, enfermeras y auxiliares, pero sí como comunidad debemos hacer valer nuestro derecho al buen nombre, y que se resarzan los daños ocasionados, a las familias en particular que fueron señaladas de esa manera.
Agradecemos a nuestro Alcalde y en general a las autoridades que fueron diligentes y no permitieron que esa injusticia llegara a su fin. Se hicieron las contra-muestras en el tiempo justo y se le hizo honor a la verdad.
Así se ama a nuestro terruño, nuestro Machetá “Vuestra Honrosa Labranza”.
Los dramáticos días vividos por toda una comunidad luego de conocer lo que finalmente resultó ser un diagnóstico equivocado, fueron magistralmente narrados por Nelson Mario Muñoz en escrito remitido a los sistemas informativos Día a Día.com
Carta del Lector
Machetá, Cundinamarca, libre del covid, libre de la calumnia. Ella estaba reunida con su familia en una fecha muy especial. Su mamita había mandado hacer una pequeña torta para celebrarle su cumpleaños.
A pesar de las dificultades de la situación por la cuarentena, sumado a la escasez del dinero, había que celebrar esa importante fecha de la niña.
De pronto suena el teléfono de la mamita; su cara no podía ocultar la noticia triste que le daban al otro lado de la línea; la cumpleañera tenía covid.
La torta quedó servida y lo que era alegría se convertía de un momento a otro en una inmensa tristeza, llanto y desesperación.
Hacia unos pocos días por los altoparlantes de la Alcaldía se estaba citando a los afiliados a una EPS que quisieran hacer el examen de ese maldito virus, que se acercaran a sus instalaciones para que les tomaran las muestras.
No había ningún síntoma en ninguno de los miembros de esa pequeña familia, pero por si acaso y por la “generosidad” de la EPS, ¿por qué no hacerlo?
Como ellas otras tres decenas de personas, más o menos, acudieron a esa nefasta cita. A los pocos días no sólo el hogar de esta pequeña, sino otras familias estaban desoladas con la misma triste noticia.
El caos reinó en nuestro pueblo. Nuestro alcalde Julio Cárdenas estaba descompuesto con esa noticia, porque el esfuerzo de todo este tiempo se había ido a pique de un momento a otro.
Machetá, Cundinamarca, figuraba en la misma lista de otros pueblos y ciudades como comunidad que había adquirido el virus.
No lo podíamos creer; ¿qué había pasado, si todos estábamos juiciosos atendiendo las órdenes de nuestros administradores?
Se cerraron establecimientos por sospecha y para evitar que el mal se propagará. Como el pueblo es tan pequeño al final todos sabíamos quienes eran los afectados.
La mayoría de sus vecinos se solidarizaron y pusieron en oración a esas personas; otros, muy pocos, desafortunadamente, los aislaron en todo sentido; lástima decirlo, pero fue así.
El señor alcalde Julio Cárdenas desconfiaba de esos exámenes y acudió prontamente para que se tomaran otras muestras con la esperanza y la fe que era un gran error.
Fueron días angustiantes para todos y de alguna manera nos convertimos en médicos que observábamos a la distancia en el transcurrir de los días notando que ninguno de los “infectados” daba muestra de estar enfermos.
Hoy 10 de junio, publica el municipio con alegría que ¡las segundas muestras daban negativo y que ninguno de los que habían sido confirmados como portadores del virus estaban enfermos! y que por lo tanto era un falso positivo que había dado esa EPS.
No saben el daño que hicieron, no sólo a las personas que las dieron como portadoras del virus, a sus familias, sino a todo un pueblo que ha sido responsable en esta situación que vive el mundo.
Atendiendo las órdenes de las autoridades llevamos varios lunes sin mercado, tenemos nuestros tapa-bocas, llegamos a casa y nos bañamos muchas veces las manos, respetamos al máximo la distancia.
Hemos hecho el sacrificio por nuestro bien y el de la comunidad, para que de un tajo, no sabemos los motivos, aunque si lo sospechamos, una entidad que presta la salud a la comunidad aterrorizó y señaló a todo un pueblo con un resultado de exámenes amañados y deja mucho que pensar en manos de quien está la salud de los colombianos.
Respetamos y admiramos la labor que prestan los médicos, enfermeras y auxiliares, pero sí como comunidad debemos hacer valer nuestro derecho al buen nombre, y que se resarzan los daños ocasionados, a las familias en particular que fueron señaladas de esa manera.
Agradecemos a nuestro Alcalde y en general a las autoridades que fueron diligentes y no permitieron que esa injusticia llegara a su fin. Se hicieron las contra-muestras en el tiempo justo y se le hizo honor a la verdad.
Así se ama a nuestro terruño, nuestro Machetá “Vuestra Honrosa Labranza”.
Nelson Mario Muñoz.
Invito a todos los Alcaldes de Colombia, para que sigan el ejemplo de nuestro Alcalde, que no se conformen con esos resultados.
Podemos acabar con esa nueva mafia que busca muy seguramente un beneficio económico a costa de la salud y del buen nombre de los pueblos.
*Del corresponsal Nelson Rubiano Rey
Invito a todos los Alcaldes de Colombia, para que sigan el ejemplo de nuestro Alcalde, que no se conformen con esos resultados.
Podemos acabar con esa nueva mafia que busca muy seguramente un beneficio económico a costa de la salud y del buen nombre de los pueblos.
*Del corresponsal Nelson Rubiano Rey 
