Ante los serios problemas de que la toma de zonas verdes a manos de personas en total desprotección continuara en áreas residenciales, las autoridades adelantaron trabajos de desalojo y desmonte de improvisados cambuches.
Los procedimientos fueron desarrollados en el vecindario de los barrios San Jorge, Prados del Mirador y Alameda San Rafael de Zipaquirá, Cundinamarca, en donde habían sido denunciados problemas generado por las personas de la calle que habían instalado carpas improvisadas.
En respuesta al llamado de la comunidad el alcalde Pablo Malo y el secretario de Seguridad y Convivencia, coronel (r) Luis Felipe Valencia Hurtado, programaron con la Policía las acciones de resocialización de esas personas y la recuperación del área invadida.
Dos de los habitantes de calle adultos mayores, luego de las charlas, voluntariamente aceptaron ser remitidos a Silvania, Cundinamarca, para ser sometidos a procesos de rehabilitación con profesionales de la Fundación “Rescatados por su Sangre”.
Se supo que las autoridades locales preparan nuevas intervenciones en un esfuerzo por detener el fenómeno y evitar que zonas relativamente tranquilas sean tomadas por personas en total abandono.
Los procedimientos fueron acompañados por la Policía de Zipaquirá junto a unidades del Ejército nacional.
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