El incremento en número de Habitantes de Calle, preocupa a los comerciantes e instituciones públicas de Fusagasugá.El fenómeno ha generado malestares en la ciudadanía, colocando entre la espada y la pared al sistema social de gobierno y protección, toda vez que la Ciudad Jardín no cuenta con una Casa Hogar o Albergue Temporal, donde ofrecer cobijo a esta población, quienes finalmente requieren de protección y un servicio de rehabilitación que vaya más allá de una jornada para mejorar su apariencia física. No resulta extraño caminar por las calles de Fusagasugá y a cualquier hora toparse con un Habitante de Calle; la gran mayoría detectables por su aspecto, sumergidos en el consumo de sustancias psicoactivas, realidades que no son inconsistentes para las personas que de la calle hicieron su hogar. A ellos se suman, otro sector vulnerable, los que quizás con un ápice de conciencia, soportan la cruel situación económica del país, la misma que los obligo a la mendicidad. En este grupo se suman desplazados por la violencia, población venezolana e indígenas; quienes en casos extremos encontraron en la Tierra Gratas un vividero. Opiniones de la ciudadanía frente al tema, abundan. Todas marcadas por la estigmatización que no ofrece detalles a fondo de esta realidad. Para la gente Habitante de Calle es sinónimo de drogadicción, delincuencia y hubo hasta el que se atrevió a identificarlos como “una pestilencia”.
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Sin embargo, desde Noticias Día a Día, empezamos a buscar respuestas a esta situación, que, como todos los fenómenos sociales del país, tuvo una causa.
Existe en Fusagasugá, un Programa de Habitante de Calle adscrito a la Secretaría de Familia e Integración Social, coordinado por Jessica Ávila Torres; quien de entrada al tema explicó que existen diferencia entre las poblaciones de calle que existen:
Habitantes en Calle: Que se refiere a todas aquellas personas que hacen de la calle el sitio para la materialización de sus actividades comerciales, informales.
Habitantes de Calle: Que se refiere a todas aquellas personas que en la calle hacen sus actividades personales y elementales, dentro de ellas cocina, dormitorios, necesidades físicas.
Aclarado la caracterización de ambos sectores; el común denominador es que todos permanecen en las calles, colaborando con el deterioro del tejido social en Fusagasugá.
Por ello, es lógico ahondar en los esfuerzos que se deben hacer desde la Institución Pública, para aliviar estos malestares sociales y al mismo tiempo garantizar los derechos humanos que, en cualquier perspectiva, merecen la protección del Estado.
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En el caso particular de Fusagasugá, Ávila Torres indicó que por ahora realizan jornadas de resignificación de la población habitante de calle, las cuales consisten en brindar asistencia de salud, apariencia estética y alimentación; sin embargo, esto no erradica el problema a fondo.
Al municipio de Fusagasugá, como a todos los del país, profundizar en el tema del habitante de calle y hallar soluciones les resulta complicado, toda vez que a nivel del Ministerio de Salud y Protección Social; faltan por desarrollar políticas publicas orientadas al mejoramiento de las condiciones de vida y asistencia a estas poblaciones vulnerables.
Te invitamos a ver la entrevista completa:
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