#Opinión Había una vez en la Comarca de Cundinamarca, un príncipe gobernante que había recibido de su REY, el encargo de llevar prosperidad a las gentes de su comunidad.
Opinión
Por: Fusunga
El príncipe, un hombre bajito, gordito, agraciado y con un gran corazón, sabía que a su REY no podía quedar mal, que el pueblo era su responsabilidad principal, que su trabajo para ellos era vital y por eso su compromiso asumió con dedicación total.
En sus manos dijo el REY, dejo al pueblo al que hay que responder, trabajar por el sin desfallecer y sus principales necesidades atender.
REY: En trámite está, el nuevo camino para que los de Faca vayan a Bacatá.
PRINCIPE: Lo continuaré y terminaré.
REY: A los de Zipa que también a Bacatá tienen que ir, otro camino hay que construir.
PRINCIPE: Lo tramitaré y contrataré.
REY: A los de Fusa y los de Suacha, un nuevo hospital les prometí.
PRINCIPE: Recursos y trabajos gestionaré.
REY: A los demás no hay que descuidar, más escuelas, más caminos y puentes, más hospitales y escenarios para ellos hay que contratar.
PRINCIPE: A ninguno voy a descuidar, para todos voy a gobernar.
Y fue así como el nuevo príncipe asumió su trono, por toda la comarca empezó a trabajar y a sus gobernados bienestar y prosperidad empezó a llevar.
Al tren de Faca ya los rieles empezó a instalar, al de Zipa sus estudios empezó a realizar, para los de Suacha y el sur del reino, el transmilenio ya empezó a ampliar.
El hospital de Suacha ya se empezó a construir y el de Fusa con pasos lentos pero seguro, sus trámites empezó a seguir.
El príncipe toda la comarca ha visitado y soluciones por doquier ha llevado, parece que el REY no se ha equivocado y el trono en buenas manos ha dejado.
En pandemia, a los estudiantes de la universidad fue el primero en sus matrículas condonar, a los campesinos sus cosechas ayudó a comercializar y con la cacica de Bacatá, convenios empezó a firmar para alimentos a sus escuelas poder llevar.
El príncipe no es REY. El príncipe es GARCÍA y por toda la provincia, se anuncia la noticia, que a la casa del príncipe un heredero SALVADOR acaba de llegar, para su vida iluminar, de motivos llenar y el corazón de sus gentes poder alegrar…
Y colorín colorá… este cuento seguirá.
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