Los acusan de comercializar narcóticos y ultimar sus competidores. Realizaban transacciones por encima de los $2.100 millones mensual
También mantenían actividades en Bogotá y Flandes, Tolima, aunque no descartan que hayan hecho presencia, o nexos, con otras poblaciones de la Sabana y sur de Cundinamarca.
El golpe a la organización del narcótico fue alcanzado mediante trabajos conjuntos entre la Fiscalía y la Policía, a lo largo de los últimos meses.
Conocidos como “Los Camilos”, aparentemente mantenían fuerte dominio en Bosa, Kennedy y Tunjuelito de la capital colombiana, por donde la Sijín les siguió el rastro.
Sicariato
Según la Fiscalía, la banda eliminaba sus competidores para lo cual adelantaban inteligencia en la zona donde comenzaban a incursionar.
Una vez los detectaban, planeaban el asesinato acudiendo a un grupo especial de sicarios; estos recibían entre $100 mil y $5 millones dependiendo del poder de la víctima.
Para ultimarlos fingían ser compradores; los citaban en lugar apartado en donde materializaban el crimen ordenado por el jefe de la organización criminal.
Estiman las autoridades que, bajo esa modalidad, fueron sacrificados 16 competidores de “Los Camilos”.
Sus dominios
Las investigaciones de la Sijín y la Fiscalía, realizadas a lo largo de los últimos 7 meses, permitieron conocer que el grupo podría estar comprometido en, al menos, 16 homicidios.
Probablemente son responsables de hechos de sangre en Bosa, San José, Brasil, Porvenir, Santafé, Carbonell, Piamonte, San Bernardino y El Tropezón.
También detectaron rastro de la banda en La Despensa, Libertad, La María, Naranjos, Recreo y Los Olivos.
Así mismo los investigadores encontraron pistas de la banda en zona de Kennedy, particularmente en La Alquería, El Class, Ciudad Roma, La Rivera, Bellavista, Patio Bonito, La 38 y El Tintal.
Por los lados de Tunjuelito los investigadores encontraron indicios en Tierra Buena, Los Tubos, Caracol y Dindalito, y en el barrio Venecia.
Soacha
Las autoridades dicen tener evidencias sobre posible injerencia de la misma organización en los sectores de Ciudad Verde y León XIII de esta ciudad al sur de Bogotá.
Con todos esos argumentos la Fiscalía procedió a elevarles cargos por “homicidio agravado, concierto para delinquir agravado, y fabricación, tráfico, porte o tenencia de armas de fuego”.
Pese a que ninguno de ellos aceptó cargos, el Juez 50 Penal Municipal con Funciones de Control de Garantías les impuso medida de aseguramiento en centro carcelario.
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