Tienen una muy bien montada trama, como de película; investigan si son responsables de otros hechos similares. La Policía pudo ubicarlos una vez fue alertada sobre la presencia de dos hombres y una mujer que aparentemente robaron a un cliente mientras hacía compras en un supermercado de la ciudad. Sus movimientos quedaron registrados en las cámaras de seguridad dispuestas en el negocio.
Ocurrió durante las últimas horas luego que el cuerpo uniformado recibiera información sobre la desaparición de elementos de valor de una persona (la víctima es de Silvania, Cundinamarca) que se encontraba de compras, y quien se había visto envuelta en un incidente planeado para robarla; esa es la hipótesis que manejan las autoridades y que buscan comprobar. No tiene otra explicación razonable.
Se encontraba mirando precios de algunos artículos cuando, de un momento a otro, fue atropellada por una persona que caminaba en apariencia de distracción.
Detrás de la afectada, de espaldas, convenientemente se hallaba una pareja, hombre y mujer, semejando ser clientes. Permitieron montar la trama para confundir a la víctima mientras, en medio de pisotones, empujones y fingidas disculpas, le sacaban del bolso elementos de valor.
Esos detalles se conocieron luego de analizar los registros en los sistemas electrónicos de seguridad (cámaras) dispuestos en el supermercado; los investigadores observaron cómo, primero, ingresó al negocio uno de los integrantes de la banda.
Su misión era (o es) la de ubicar la víctima a la cual identificaba a sus compinches, (quienes llegaron minutos después) mediante señas preestablecidas; entonces dieron inicio a la maniobra con tal perfección que a los agentes no les cabe duda que se trata de una trama bien estudiada y practicada.
Una vez la Policía de Fusagasugá recibió información sobre el robo puso en marcha un plan para cerrarle las salidas a los responsables del hurto; con las señales y características de los sospechosos iniciaron la búsqueda.
Los ubicaron a pocas cuadras en el mismo sector del Potosí; ya iban los tres. Antes habían dado a entender que no se conocían pero cuando fueron rodeados conversaban animadamente, como celebrando, y con una familiaridad que despejó cualquier duda de los agentes.
Ya en poder de las autoridades y sometidos a los procedimientos de rigor les encontraron los elementos robados; los agentes pudieron comprobar que los dos hombres son hermanos y que la mujer es la pareja de uno de ellos.
Se reparten residencias entre Eben Ezer y La Esmeralda, Fusagasugá, y poseen anotaciones judiciales por diferentes delitos. Investigan otros hechos similares a fin de enriquecer las pruebas que permita mantenerlos tras las rejas por largo tiempo.
Luego de los procedimientos legales ante la justicia quedaron en libertad aunque siguen vinculados al caso.
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