NO es NO. Consulta popular en Fusagasugá, apabulla sentencia de la Corte Constitucional
Editorial
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Virtualmente por unanimidad (99,18%), Fusagasugá, en el departamento de Cundinamarca, Colombia, le dijo NO a la exploración, perforación y explotación de petróleo y minería a gran escala en la mítica región del Sumapaz, y al incorporar en la pregunta también el sistema de fracturación (fracking), se convirtió, además, en el primer municipio de Latinoamérica en rechazar social y formalmente la nueva tecnología.
El resultado oficial de esta consulta popular, realizada este domingo 21 de octubre, 10 días después de que la Corte Constitucional preceptuara que las consultas populares no pueden prohibir la explotación económica de los recursos renovables y no renovables del subsuelo, apabulla esa sentencia, aún no divulgada oficialmente.
¿Y ahora qué sigue?
Es la pregunta crucial… realmente la Corte ha metido en un serio lío político y social a los alcaldes de aquellos municipios en donde se encuentran concentrados los recursos naturales, bajo la lupa de las empresas transnacionales.
Por ejemplo, en la población de San Bernardo (Cudnianamrca), donde también debía llevarse a cabo otra consulta este mismo 21 de octubre, el Consejo de Estado, mediante un exabrupto jurídico, la suspendió con base en esa sentencia de la Corte, que ni siquiera ha sido divulgada, o sea que, jurídicamente, no existe, y ello rebotó ipso facto a la ciudadanía que se botó a las calles a protestar.
El Consejo tomó la decisión, cuando ni siquiera la misma Corte pudo responderle al Registrador Nacional qué hacía a partir de ahora sobre la petición de consultas populares.
Lo que sigue, para tratar de dar una respuesta al interrogante, podrían ser delicadas manifestaciones sociales en los municipios, apoyadas, de hecho, por los mismos alcaldes y concejales, causando una gran avería democrática que, no sería arriesgado prever, conllevarán intentos de asonadas como las que han comenzado a darse en el caso de la erradicación forzada de cultivos de coca en pequeñas parcelas de los departamentos del Cauca y Nariño.
“Si eso ocurre allá (dijo una fuente de alta fidelidad que pidió no ser identifica), qué puede esperarse aquí en la región del Sumapaz, asentamiento natural de lo más feroz de las Farc cuyo jefe, Romaña, está a un paso de volver al monte, arisco con el futuro del proceso de paz en manos del expresidente Uribe, que maneja los hilos, sobre todo en este tema, en el Gobierno Duque”.
Si la Corte anula la consulta popular de Fusagasugá, con el mismo argumento con que anuló la de Cumaral en el Meta, el asunto social quedará tocado de rebote, y el levantamiento alentará no solo a los municipios donde ya se realizaron consultas populares, todas en favor del NO (Cajamarca, Tolima; Pijao, Quindío; Cumaral, Meta; Sucre, Santander; entre otros), sino a todos aquellos en la mira, como se dijo, de las transnacionales petroleras y mineras.
“El Sumapaz no es Cumaral”… Hablamos de una extensa subregión de Cundinamarca, que colinda, por el suroccidente con Bogotá, y por el oriente con Tolima, albergando a 10 municipios que todos estarían, en un momento dado, dispuestos a poyar, de lógica, el contundente No de Fusagasugá.
No se descarta, inclusive, que la controvertida sentencia de la Corte vaya a conocimiento de la justicia internacional al vulnerar derechos fundamentales de la gente contemplados en la Constitución y reconocidos en la jurisprudencia de la misma corte, que ahora echa atrás.
El fallo, como se contempla en el comunicado de la corte, da un plazo de 2 años al Congreso para que delimite los alcances de la nación y los municipios en estos temas, pero, por el bien de Colombia, el Congreso debiera ocuparse ya del asunto, pues, como dice el dicho: “no está el palo pa’hacer cucharas”.
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