Alias “La Flaca” tenían orden de captura, y fue sorprendida (domingo 5 de julio) dentro de un operativo de verificación de identidad y antecedentes en Vianí, occidente del departamento, hacia donde se dirigió tras el violento caso.
La Policía trata de establecer si la mujer, de 34 años y natural de Fusagasugá, tiene algo que ver con la muerte de alias “Oxígeno”, quien vivía en el sector del Molino Rojo de Silvania, Cundinamarca.
Para los investigadores de la Sijín existen varios detalles que hace pensar que “La Flaca” tuvo que ver con el crimen, ocurrido hacia la medianoche entre el domingo 18 y la madrugada del lunes festivo 19 de agosto del año pasado, según calculan los expertos de Medicina Legal.
Seis horas antes, cuando finalizaba la tarde, la víctima, un hombre de 55 años, (quien permanentemente recibía oxígeno por prescripción médica) sonriente y como pensando en voz alta, le dijo a la encargada del SAI que esa mujer lo iba a visitar.
Acaba de comunicarse y ella había prometido cumplir la cita por lo que tendría que desplazarse desde Subia, donde vivía, hasta la casa de “Oxigeno” ubicada a escasos metros de la venta de minutos en donde él solía realizar sus llamadas.
Fue la última vez que lo vieron con vida. Dos días después, el miércoles, la Policía halló su cadáver dentro de su habitación con dos puñaladas: una en el pecho y otra en el abdomen.
Acudieron en respuesta a solicitud de vecinos y amigos quienes notaron con preocupación la extraña desaparición del hombre.
Las pesquisas
De inmediato agentes especializados de la Sijín, junto a unidades de la Fiscalía, comenzaron a evaluar la escena del crimen y a recoger cualquier indicio que les permitiera aclarar el homicidio; en efecto encontraron algunas pistas claves.
Inspeccionaron varias cámaras de seguridad en la zona; así pudieron establecer que, hacia la misma hora en que se calcula ocurrió el crimen, “La Flaca” abandonaba el lugar.
No aparecieron el celular que siempre acompañaba a la víctima, al igual que otros elementos de valor dentro del lugar de residencia.
También despertó curiosidad el hecho de que ella, quien habitualmente se dedicaba a la venta de bolsa de basura y uno que otro elemento de aseo, hubiese desaparecido sorpresivamente y sin mayores explicaciones.
Esos aspectos llenaron de argumentos una solicitud para que fuera extendida en su contra una orden de captura.
Sus vecinos nunca más la volvieron a ver desde ese día; de ella solo se tuvo nueva noticia cuando la detuvieron en Vianí, provincia del Magdalena Centro, occidente de Cundinamarca.
Los investigadores establecieron que ella se había trasladado a una vereda de esa población en donde permaneció los últimos 10 meses hasta cuando la atrapó la Policía.
Ahora la justicia colombiana tendrá que resolver si ella algo tiene que ver con el violento suceso de ese puente de la Asunción de la Virgen.
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