El actual proceso de modernización del corredor ferroviario La Dorada–Chiriguaná ha recibido una actualización significativa con la incorporación de una cláusula que permite la prestación de servicios de transporte de pasajeros, además de la tradicional operación para carga. Este cambio contractual, basado en el modelo Open Access, se enmarca dentro de los esfuerzos del Gobierno para aprovechar al máximo la infraestructura férrea y garantizar una mayor conectividad en la región, sin alterar la información esencial difundida por las fuentes oficiales.
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Durante la reciente aparición en el programa institucional La Agenda, organizado por la Presidencia de la República, la ministra de Transporte, María Fernanda Rojas, explicó que la inclusión de esta cláusula fue resultado de un ajuste técnico en el contrato suscrito con la Asociación Público Privada (APP) encargada del manejo del corredor. En dicho espacio de diálogo, se contó con la participación de representantes de medios alternativos, comunitarios y regionales, quienes buscaron esclarecer el progreso en materia de reactivación y ampliación de la red ferroviaria, lo que ha permitido acercar distintas perspectivas sobre el tema.
La ministra Rojas detalló que el origen de este ajuste se vinculó con lo que denominó “un galimatías técnico” que llevó a que inicialmente el corredor estuviera destinado únicamente al transporte de carga. Con el objetivo de diversificar el uso de la vía férrea en beneficio de la región, se adoptó la cláusula Open Access, la cual facultará al concesionario a contratar con otros operadores el servicio de transporte de pasajeros, a pesar de que la infraestructura actual no fue diseñada específicamente para este fin. Este mecanismo abre la posibilidad de ampliar la oferta de servicios sin requerir, de inmediato, modificaciones de diseño que involucren inversión adicional en la plataforma.
La implementación de esta cláusula responde a una estrategia del Gobierno del Cambio orientada a la reactivación y optimización de la red ferroviaria nacional, con especial énfasis en conectar el centro del país con áreas de alta importancia estratégica y los puertos ubicados en la Costa Caribe. Entre los puntos relevantes que sustentan esta acción se encuentran:
• La ampliación de la capacidad de transporte mediante la integración de múltiples modalidades,
• La mejora en la eficiencia de la red ferroviaria y la gestión logística,
• La posibilidad de incrementar la competitividad del país en términos de movilización de bienes y personas,
• La apertura a colaboraciones interempresariales a través del modelo Open Access.
En cuanto al desempeño del corredor para el transporte de carga, se han registrado incrementos notables en los volúmenes movilizados. Datos facilitados por la ministra indican que durante el año 2023 se movieron aproximadamente 80.000 toneladas de carga, cifra que para el año 2024 experimentó un salto significativo alcanzando las 225.000 toneladas. Estos resultados se detallan en la siguiente lista de hitos:
• 2023: 80.000 toneladas de carga
• 2024: 225.000 toneladas, lo que representa un incremento triplicado
• Mejora en la eficiencia operativa pese a la baja capacidad técnica de los trenes actuales
Estos datos aportan evidencia del impacto positivo generado por la reactivación del servicio, al tiempo que señalan el potencial de crecimiento derivado de la inclusión del transporte de pasajeros.
El corredor La Dorada–Chiriguaná, que se extiende a lo largo de 526 kilómetros, se erige como uno de los ejes fundamentales en la estrategia del Gobierno para conectar el interior del país con los dos mares. Esta ruta es considerada la columna vertebral que posibilita el tránsito de carga y, en un futuro próximo, de pasajeros, facilitando el flujo entre el centro de Colombia y puntos estratégicos, como los puertos del Atlántico y del Pacífico. La estructura de este corredor, que conecta la zona central con áreas costeras, ha sido diseñada para potenciar una mayor eficiencia en el manejo de mercancías y, mediante la apertura a servicios adicionales, mejorar la versatilidad del transporte ferroviario en la región.
Además del corredor La Dorada–Chiriguaná, el Gobierno ha puesto en marcha otros proyectos de infraestructura con el propósito de dinamizar la conectividad nacional. Por ejemplo, se encuentra en ejecución la reactivación del tramo Paipa–Belencito, localizado en el departamento de Boyacá. Este segmento, que abarca 40 kilómetros, se prevé que se finalice en enero de 2026, aunque las autoridades han manifestado la posibilidad de adelantar la entrega para diciembre, como parte de un incentivo temporal que fortalezca el tejido económico y social de la zona. Entre los aspectos destacados de este proyecto se incluyen los siguientes:
• Tramo de 40 kilómetros reactivado desde el año anterior,
• Materiales y recursos ya adquiridos por el contratista,
• Una posible entrega anticipada que coincida con festividades locales, contribuyendo a la imagen positiva de las iniciativas gubernamentales.
Paralelamente, el plan de conectividad también contempla avances en el sector aeroportuario. En este contexto, la ministra informó sobre la próxima entrega del aeropuerto de Tibú, originalmente una pista operada por Ecopetrol y actualmente administrada por Aerocivil. Entre las mejoras efectuadas se cuenta con el pavimentado completo de la pista, la implementación de arreglos operativos y la colaboración de diferentes entidades, como el Batallón de Ingenieros y las juntas de acción comunal.
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