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El carrusel de la gobernación

por: Omar Gamboa

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El fortín político que representa para los mandatarios la Gobernación de Cundinamarca, ha sido históricamente como un gran pastel que nunca se acaba y del que sus propietarios no se quieren desprender fácilmente; al contrario, como si fuera hereditario, lo entregan de periodo en periodo a sus más cercanos compinches para continuar manejando el poder, protegerse y mantener su fuerza política en un carrusel sin fin.   Opinión Por: Fusunga Desafortunadamente esos mandatarios han carecido de visión de estado, grandeza de pensamiento y sensibilidad social. Dedicaron sus mejores esfuerzos en la implementación de obras menores a través de sus diputados, como cubiertas de polideportivos, construcción y mejoramientos de placas-huella, y otras obras de similar importancia. Cuando desarrollaron una obra de una magnitud mayor, aparecieron los fantasmas de la corrupción del que por el momento es mejor callar porque tendríamos que empezar a tocar temas carcelarios. No fueron capaces de desarrollar obras que proyectaran el departamento a instancias más altas, los niveles comerciales, culturales y sociales que el pueblo siempre ha reclamado. De este grupo de gobernantes, tal vez, a la única que podemos rescatar es a Doña Leonor Serrano de Camargo, quién en solo seis meses pudo construir la actual sede de la Gobernación en Bogotá, y proyectó un sinnúmero de obras que se truncaron porque sus enemigos políticos, valga decir “los dueños del carrusel”, no la dejaron terminar su mandato. Aparece entonces en el escenario departamental el señor Jorge Emilio Rey Ángel con un estilo de liderazgo completamente diferente, un joven con gran fuerza de carácter, firmeza en sus decisiones, amplio conocimiento y destreza en el manejo de las cifras macroeconómicas y su aplicación en beneficio de sus gobernados. Con un gran carisma personal, se ganó el corazón de los cundinamarqueses, ejerció su mandato con un dinamismo al que no estábamos acostumbrados; un hombre que recorrió los 116 municipios en varias oportunidades llevando alegría a las gentes con las obras que efectivamente se necesitaban. Terminó su mandato dejando un liderazgo difícil de superar, muchas obras terminadas o en proceso que pusieron a rodar la maquinaría productiva, mejorando la calidad de vida y la esperanza de muchas personas. Finalmente hace su aparición el Señor Nicolás García Bustos, en una campaña electoral muy fácil de ganar porque el señor Jorge Rey le dejó el camino allanado para su ascenso como nuevo Gobernador. Un hombre con una imagen de amigo bonachón y pinta de hijo de familia de alto estrato social, al que se le auguraba un mandato bajo las órdenes de su antecesor, con el encargo de terminar las obras inconclusas. Sin embargo, la sorpresa fue mayúscula cuando Don Nicolás asumió las riendas de su puesto y comenzó a mostrar un estilo gerencial y ejecutivo del más alto nivel, que, para beneplácito y orgullo de Jorge Emilio Rey, lo simplificaremos con la frase “El alumno superó al maestro”. También ha recorrido el departamento completo en varias oportunidades con resultados similares; ha continuado los trabajos en proceso y ha empezado nuevos proyectos de infraestructura que no solo darán progreso al centro del país, sino que impulsarán a Cundinamarca como el mejor departamento de Colombia. Los corredores viales que acercarán a Facatativá, Zipaquirá y Soacha con Bogotá, con modernos sistemas de transporte; los acercamientos comerciales, sociales y de interrelación con la Alcaldía de Bogotá. El hospital de cuarto nivel para Fusagasugá, la condonación de la matricula a cerca de doce mil estudiantes de la Universidad de Cundinamarca, los grandes centros de acopio a las entradas de la capital para facilitar el comercio de los productos agrícolas de nuestro campesinado, son solo algunas de los logros con los que el mandatario mejorará la calidad de vida de sus conciudadanos. Su carrera política lo proyecta en un futuro muy cercano como uno de los ejecutivos destinados a ocupar los más altos cargos del orden nacional. Así las cosas, Y si este es el nuevo estilo de gobierno de los nuevos mandatarios en el departamento, le damos la bienvenida y le deseamos larga vida al nuevo carrusel político “Rey-García”. *Imagen tomada del portal Periodismo Público