Con puñaleta en mano, presuntamente, obligaron a un transeúnte a que les entregara el celular. Guiados por la comunidad los policías del cuadrante los detuvo en un negocio donde trataron de esconderse
Ocurrió en el sector del Fusacatán, sur oriente de Fusagasugá, de acuerdo a las denuncias presentadas formalmente por la víctima.
Mientras caminaba atendía una llamada cuando fue sorprendido por un par de hombres en motocicleta. Se detuvieron a su lado para obligarlo a entregarles el costoso equipo; lo amenazaban con arma blanca.
Ante el temor de ser herido como ha ocurrido en otros casos, se apresuró a acceder a las pretensiones de los hampones. En el fondo temía que, a pesar de entregar su celular, podría ser atacado. Desenlaces de este tipo se están volviendo comunes en el país.
Solidaridad ciudadana
Para su fortuna algunos residentes en el sector se dieron cuenta de lo sucedido. Comenzaron a moverse con el propósito de defender a la víctima y someter a los delincuentes. El caso se estaba volviendo en contra de los bandidos.
Optaron por escapar pero, a esas alturas, la Policía ya había sido enterada. En la Estación activaron un operativo encaminado a impedirles la escapatoria.
Acosados, el par de ladrones no tuvieron otra alternativa diferente a la de aparentar ser clientes que “querían refrescarse”. Pidieron alguna bebida en el primer establecimiento que encontraron.
Sin embargo los uniformados, quienes permanentemente recibían información a través de los radioteléfonos, sabían por dónde escapaban. También supieron sobre las características de la moto y la forma como vestían los hombres.
Las capturas
Así, observaron un par de individuos con las mismas características con que describían a los bandidos. Los sometieron a las correspondientes requisas.
Les hallaron el celular robado, aparato plenamente identificado por la víctima. También incautaron la puñaleta con la cual amenazaron al peatón.
A través de las redes sociales se conocieron más casos de ese tipo. Investigadores de la Policía se encuentran tras el rastro de asaltantes en motocicleta.
Varios de ellos ingresan a los establecimientos comerciales y, con los casos puestos para ocultar su identidad, amedrantan sus víctimas para despojarlos de dinero y elementos de valor.