Durante la reciente temporada festiva en Cundinamarca, se registraron 53 incidentes de quemaduras por pólvora, según el más reciente informe presentado por la Gobernación de Cundinamarca. Este informe detalló que 12 de los afectados son menores de edad, mientras que los otros 41 son adultos. En total, 19 personas requirieron hospitalización inmediata debido a la gravedad de sus lesiones.
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El informe también reveló que la mayoría de los casos, un total de 38, se produjo por la manipulación directa de pirotecnia. Sin embargo, se destacó una notable disminución del 27,40% en comparación con el año anterior, abriendo la puerta a un proceso de reflexión sobre las causas de esta reducción. Los hombres representaron la mayoría de los afectados, y se señaló que 27 de los casos estaban vinculados al consumo de alcohol.

En cuanto a la distribución geográfica, Soacha se identificó como el municipio con el mayor número de incidentes, acumulando un total de nueve casos. Este dato es crucial para la planificación de futuras campañas de prevención y concienciación en la región.
A pesar de la disminución interanual, el período 2024-2025 experimentó un incremento del 1,63% en el número total de lesionados a nivel nacional, marcando dos años consecutivos de aumento. En Bogotá, la situación también fue preocupante, pues durante la noche de fin de año se reportaron 10 personas heridas tras interactuar con pólvora.
Julián Fernández, subsecretario de Salud Pública de Bogotá, expresó su inquietud ante estas cifras. Resaltó la necesidad de adoptar medidas preventivas y enfatizó el compromiso del Distrito por salvaguardar la salud de los ciudadanos.
Fernández destacó: "Cada caso de lesión por pólvora no solo representa una tragedia personal, sino también un recordatorio de los peligros involucrados, especialmente para los más jóvenes. Se insta a la comunidad a celebrar de manera segura y responsable, priorizando siempre la integridad y el bienestar colectivo".
La información recabada pone de manifiesto la importancia de reforzar las campañas educativas y las restricciones sobre el uso de pólvora, buscando preservar la seguridad de todas las personas durante las festividades.