El gobernador de Cundinamarca, Jorge Emilio Rey, anunció recientemente una inversión que supera los $4.300 millones, orientada a la ejecución de obras de infraestructura vial en áreas rurales de cuatro municipios: La Palma, Ubalá, Útica y Zipacón. La noticia se presentó a través de convenios interadministrativos suscritos entre la administración departamental y las autoridades locales de cada municipio.
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La propuesta, canalizada por el Instituto de Caminos y Construcciones de Cundinamarca (ICCU), se enfoca en mejorar la conectividad y la competitividad del departamento mediante la construcción y mantenimiento de vías que garanticen recorridos más seguros y funcionales. Así, el recurso se destina a la construcción de encintados, señalización con placa huella y la instalación de muros de contención.

Cabe destacar que la estrategia implementa contratos que incluyen la contratación de maquinaria especializada para cubrir la extensa red vial existente. Además, se busca que la ejecución de estos proyectos responda a las exigencias de las comunidades locales y sus necesidades en infraestructura.
Los recursos asignados se distribuirán de la siguiente manera:
• La Palma: $1.300 millones para la ejecución de 13 proyectos enfocados en la instalación de placa huella.
• Ubalá: $550 millones destinados a proyectos de mejoramiento vial y construcción de muros de contención.
• Útica: $300 millones para la puesta en marcha y mantenimiento de maquinaria especializada.
• Zipacón: $2.128 millones para proyectos de mejoramiento vial y planes de mantenimiento preventivo.
Cada uno de estos convenios se suscribe en el marco de una agenda formulada conjuntamente con las administraciones municipales, lo que refuerza el compromiso de fortalecer el desarrollo territorial y social de las zonas rurales. La acción política se enmarca en el esfuerzo por impulsar obras de infraestructura que respondan a las demandas de movilidad y seguridad vial.
La inversión anunciada se enmarca dentro de un plan estratégico que busca no solo modernizar la infraestructura vial, sino también dinamizar la economía regional. La asignación de recursos es parte de un acuerdo previo en el que se compromete a cumplir con las expectativas de mejoras en calidad de vida para los habitantes.
La implementación de los proyectos contará con la supervisión técnica y administrativa del ICCU, lo cual se traduce en una mayor transparencia en la ejecución de los recursos públicos. El proceso sigue lineamientos ya establecidos en proyectos anteriores dentro del departamento.
Asimismo, la administración departamental se ha comprometido a cumplir de manera íntegra lo acordado con cada uno de los municipios, garantizando la continuidad de las obras a lo largo del periodo estipulado. La coordinación entre las distintas entidades es una pieza clave para alcanzar los objetivos propuestos.
La estrategia refleja la intención de dotar a las zonas rurales de Cundinamarca de infraestructura vial acorde a las exigencias actuales, a la vez que se promueve la equidad en el desarrollo regional. Cada municipio beneficiado recibirá la atención necesaria para mejorar sus condiciones vial y fortalecer la conectividad interna del departamento.
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