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Soacha: CAR cierra operación de productora de plásticos por inadecuado manejo de tóxicos

por: Omar Gamboa

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*CAR cierra productora de plásticos en Soacha, Cundinamarca; no observaba adecuado manejo de elementos químicos y residuos tóxicos o peligrosos. La empresa tampoco contaba con los permisos correspondientes.

El procedimiento adoptado por la Autoridad Ambiental fue ejecutado las últimas horas, una vez sus expertos comprobaron que la productora sancionada no contaba con las acreditaciones correspondientes para adelantar esa actividad.

Las evaluaciones pudieron comprobar que, en efecto, los procedimientos tampoco observaban las condiciones necesarias a fin de evitar contaminaciones.

Eran utilizadas sustancias peligrosas, especialmente en las etapas de fundición, destilación y moldura sin el cumplimiento de requisitos ambientales.

CAR: cierra productora de plásticos por inadecuado manejo de elementos tóxicos

La Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca anunció en las últimas horas la suspensión inmediata de las actividades de una fábrica de plásticos y acrílicos ubicada en el municipio de Soacha.

Decidió actuar una vez comprobó que la empresa operaba sin los permisos ambientales correspondientes, y con un manejo inadecuado de residuos y elementos tóxicos altamente peligrosos. El procedimiento oficial fue ejecutado por técnicos de la Dirección Regional Soacha de la Corporación. Primero, realizaron una inspección en las instalaciones de la productora y evidenciaron serias irregularidades en los procesos industriales adelantados en ese lugar.

La empresa no contaba con permiso de emisiones atmosféricas ni con el registro como generadora de desechos peligrosos. Son estos dos requisitos indispensables para el desarrollo de actividades que implican el uso de sustancias de alto riesgo.

Así mismo, las verificaciones realizadas por el equipo técnico permitieron establecer que en la fábrica se elaboraban, aproximadamente, 1.500 láminas de acrílico al mes: ello representa un volumen de producción cercano a las 3.6 toneladas.

Esta magnitud implica el uso intensivo de productos químicos en procesos de fundición, destilación y moldeado, actividades que exigen licencias y controles estrictos para mitigar los riesgos de contaminación.

Pronunciamiento de CAR Soacha

El director de la autoridad ambiental en esa ciudad, César Augusto Rico Mayorga, explicó que en el operativo fue hallado un recipiente con peróxido orgánico. Se trata de una sustancia empleada como catalizador en la solidificación del acrílico.

“Este tipo de componentes se clasifica como desechos peligrosos debido a su alta reactividad y capacidad de afectar la salud humana y el medio ambiente. La empresa no contaba con los permisos de emisiones ni con el registro como generador de este tipo de residuos, por lo cual fue necesaria la imposición de la medida de suspensión”, enfatizó el funcionario.

Además, la entidad subrayó que la actividad industrial adelantada no solo generaba emisiones contaminantes a la atmósfera, sino que también representaba riesgos directos para los trabajadores. Igualmente, las comunidades cercanas enfrentaban riesgos representados en la inhalación de vapores tóxicos sin medidas de protección adecuadas.

Debido a esta circunstancia, la CAR reiteró que su obligación, como autoridad ambiental, es garantizar el cumplimiento de la normatividad vigente. Igual, debe exigir a las industrias el trámite de las licencias y permisos correspondientes, especialmente en aquellos casos donde las actividades conllevan riesgos asociados a la salud y al entorno.

“El mensaje a los fabricantes y productores es claro: deben acogerse a las autorizaciones definidas en la legislación ambiental si desean desarrollar su actividad de manera legal y sostenible. No hacerlo no solo acarrea sanciones, sino que pone en riesgo a las comunidades y al ecosistema”, puntualizó Rico Mayorga.

La Corporación también hizo un llamado a las empresas del sector plástico y químico a revisar sus procedimientos, actualizar sus registros y cumplir con las obligaciones que exige la ley. También deben garantizar un manejo seguro de residuos peligrosos, la implementación de planes de gestión ambiental y la adopción de tecnologías limpias.

Casos similares en Cundinamarca y Bogotá

El cierre de la productora en Soacha no es un hecho aislado. En los últimos meses, la CAR, y otras autoridades ambientales del país, ejecutaron medidas similares contra compañías que incumplen las normas ambientales.

Uno delos casos fue reportado en Mosquera, hace un año. La corporación que cubre la Sabana Occidente clausuró una curtiembre que vertía residuos contaminantes al río Bogotá sin los debidos permisos. En esa ocasión, se hallaron vertimientos de cromo y otras sustancias utilizadas en el curtido de pieles, lo que generaba un grave impacto en la calidad del agua.

También en el 2024 pero en Fontibón, jurisdicción del Distrito Capital, la Secretaría Distrital de Ambiente suspendió las actividades de una recicladora de solventes químicos. Operaba sin licencia y con un inadecuado manejo de residuos peligrosos. La empresa estaba reutilizando acetona y metanol sin protocolos de seguridad, lo que representaba un riesgo de incendio y explosiones.

Hace un año, en Chía, la CAR impuso sanciones a una fábrica de pinturas por carecer de permisos de emisiones atmosféricas. Durante la inspección, encontraron hornos de secado que emitían gases contaminantes y disolventes sin ningún tipo de control.

A su vez, en Puente Aranda, Bogotá, en agosto de este 2024, la Secretaría de Ambiente selló una bodega de almacenamiento de aceites usados. No contaba con registro ambiental y, además, acumulaba más de 20 toneladas de residuos en condiciones inadecuadas.

Impacto ambiental y social

Expertos advierten que el manejo inadecuado de sustancias como el peróxido orgánico y otros químicos empleados en la producción de plásticos puede generar consecuencias graves:

-Contaminación del aire: durante los procesos de fundición y destilación, se liberan gases y partículas tóxicas que, sin filtros ni sistemas de control, se dispersan en la atmósfera, afectando la calidad del aire.

-Riesgos para la salud: la exposición a vapores de acrílico y catalizadores puede causar problemas respiratorios, irritaciones en la piel y los ojos, e incluso enfermedades crónicas en trabajadores y personas cercanas.

-Afectación a los ecosistemas: los residuos líquidos o sólidos mal dispuestos pueden filtrarse al suelo y llegar a fuentes hídricas, alterando los ecosistemas y afectando la fauna y flora.

En Soacha, una ciudad que ya enfrenta altos niveles de contaminación atmosférica por la concentración industrial y el tráfico de carga pesada, este tipo de prácticas ilegales profundizan los problemas ambientales y de salud pública.