La Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) ha intervenido las actividades de extracción de arena en la quebrada San Juan de Remolino, ubicada en la vereda homónima en el municipio de Guaduas. La medida se implementa debido al incumplimiento de las normativas ambientales y mineras vigentes, lo que ha generado inquietud entre las autoridades responsables y la comunidad local.
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La orden de suspensión inmediata se emitió al comprobar que la explotación se realizaba sin contar con el título minero correspondiente ni con los permisos ambientales necesarios. Las disposiciones legales exigen que estas autorizaciones se obtengan de antemano para asegurar que las actividades se lleven a cabo de manera legal y en resguardo del entorno.
Según declaraciones de Juan Filiberto Cotrino, director regional Bajo Magdalena de la CAR, la figura de minero de subsistencia permite únicamente el uso de herramientas manuales y la realización de la actividad de forma personal. Cotrino destacó que “aunque la persona está registrada como minero de subsistencia, el uso de maquinaria y la contratación de personal exceden el marco permitido”, lo cual contraviene las directrices establecidas.
La investigación de la CAR ha revelado una serie de incumplimientos que han motivado la intervención, entre ellos:
• Uso de maquinaria pesada en la extracción de arena.
• Contratación de personal adicional que no se ajusta a la figura de minero de subsistencia.
• Implementación de medidas que incluyen la restricción del paso mediante cadenas en la zona de explotación.
• Alteración del lecho de la vía de tránsito que atraviesa la fuente hídrica.
Estas actividades han sido observadas por la entidad encargada de vigilar y proteger el medio ambiente, lo que ha llevado a reforzar la vigilancia en la zona para evitar potenciales daños al ecosistema y a la seguridad vial. La acción tomada se enmarca en una política de preservación de los recursos naturales y en la obligación de cumplir con la normativa vigente.
Autoridades ambientales y mineras mantienen un seguimiento riguroso sobre la situación para asegurar que se acate la medida preventiva y se eviten futuros incidentes que puedan afectar la integridad de la fuente hídrica y las infraestructuras cercanas.
Además, se ha reiterado que cualquier explotación de material de arrastre debe desarrollarse de forma limitada y manual, de acuerdo con lo estipulado para los mineros de subsistencia, buscando siempre un equilibrio entre el desarrollo de actividades económicas y la protección ambiental.
El control de este tipo de operaciones tiene como objetivo principal prevenir impactos negativos en el entorno, garantizando que la actividad minera se realice en condiciones seguras y respetuosas del paisaje y de la infraestructura vial.
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