El sentenciado se había refugiado en el municipio con el aparente propósito de eludir a las autoridades que lo buscaban por el hecho de sangre, ocurrido en Villavicencio hace pocos meses.
Inteligencia tenía sospechas que el hombre se había trasladado a esta ciudad, por lo que decidió buscar apoyo del cuerpo uniformado en la Ciudad Jardín; el dato fue alcanzado mediante indagatoria a fuentes humanas.
Con esa información pusieron en marcha un plan de búsqueda, procedimiento que logró verificar como cierta la voz de las autoridades en la capital del Meta.
Poco a poco le fueron cerrando el cerco al fugitivo quien deberá pagar 17 años tras las rejas: fue condenado por homicidio agravado.
Luego de los trámites de rigor en detenido pasó a órdenes de la cárcel en Fusagasugá, Cundinamarca.