En el marco del aumento en la circulación de virus respiratorios en Bogotá, la Secretaría de Salud de la ciudad ha intensificado sus llamados a la ciudadanía, haciendo hincapié en la importancia de mantener de manera rigurosa las medidas de autocuidado, especialmente en el contexto del receso escolar. Esta estrategia de prevención surge en medio de condiciones climáticas adversas, incluyendo bajas temperaturas y lluvias, lo que, junto a factores como la contaminación ambiental, facilita la propagación de infecciones respiratorias.
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Según declaraciones de Julián Fernández, subsecretario de Salud Pública, la vigilancia en la aplicación de protocolos de higiene y prevención se vuelve indispensable, dado que la presencia de virus en la ciudad no se ha reducido pese al receso en las actividades escolares. Este enfoque busca asegurar que el periodo vacacional no se convierta en un factor de relajación en el cumplimiento de las directrices sanitarias. La entidad reitera la urgencia de mantener hábitos saludables, con especial énfasis en la población infantil y aquellos grupos vulnerables.
La situación en los establecimientos de salud de Bogotá ha evidenciado una alta ocupación en diversas áreas críticas. A continuación, se detalla la ocupación de camas hospitalarias actualizada hasta el 19 de junio, lo cual refleja la presión sobre el sistema:
• UCI neonatal: 81,8 % (224 camas ocupadas)
• Hospitalización pediátrica: 92,5 % (1.403 camas ocupadas)
• UCI pediátrica: 96,9 % (254 camas ocupadas)
• Hospitalización en adultos: 92,9 % (6.733 camas ocupadas)
• UCI adultos: 83,7 % (1.102 camas ocupadas)
Frente a estos desafíos, las autoridades sanitarias han elaborado un conjunto de recomendaciones orientadas a minimizar la propagación de enfermedades respiratorias. Entre las medidas sugeridas se encuentran:
• Vacunación oportuna: Es fundamental mantener al día los esquemas de vacunación para proteger a los niños frente a enfermedades como la influenza, el COVID-19 y la tosferina.
• Lavado de manos frecuente: Se recomienda reforzar la práctica del lavado de manos con agua y jabón, especialmente antes de comer, después de usar el baño y al llegar a casa.
• Uso de tapabocas en presencia de síntomas: Se aconseja el uso de mascarilla, principalmente en niños mayores de dos años y en grupos vulnerables, incluyendo gestantes, adultos mayores, personas con enfermedades crónicas y aquellos con sistemas inmunitarios comprometidos.
• Higiene respiratoria: Se invita a cubrirse con el ángulo interno del codo o con pañuelos desechables al toser o estornudar.
• Limpieza y desinfección: Es esencial limpiar con regularidad superficies de alto contacto, tales como manijas, interruptores, escritorios y juguetes, utilizando paños humedecidos o productos desinfectantes.
Adicionalmente, se han implementado estrategias de optimización en los procesos de atención hospitalaria. La Secretaría de Salud ha reforzado la asignación de personal para agilizar la referencia y el traslado de pacientes a centros de atención adecuados, y ha puesto a disposición oxígeno para uso domiciliario, lo cual contribuye a descongestionar los servicios de urgencias. Estas medidas, junto a la coordinación con el Grupo de Apoyo al Monitoreo de la Atención (GAMA), las Entidades Administradoras de Planes de Beneficios de Salud (EAPB) y las Instituciones Prestadoras de Servicios de Salud (IPS), buscan fortalecer la capacidad de respuesta del sistema sanitario.
El conjunto de acciones preventivas se orienta a aliviar la presión sobre la red hospitalaria y a promover el bienestar colectivo. La óptima utilización de los recursos disponibles en el sector salud constituye una respuesta inmediata a la elevada demanda de servicios médicos en áreas críticas como los cuidados intensivos y la hospitalización. La coordinación entre entidades y el despliegue de equipos especializados son parte integral de la estrategia para responder a esta crisis sanitarias.
Ante el contexto descrito, la Secretaría destaca que el cumplimiento responsable de las medidas preventivas puede ser un factor decisivo en la gestión de la crisis por infecciones respiratorias. Se recomienda a la población que, al presentar síntomas, evite acudir a espacios públicos y se comunique de manera inmediata con su EPS para recibir orientación oportuna. Esta recomendación se extiende a todos, sin distinción, para mitigar el riesgo de contagio y sobrecarga de servicios de salud.
Esta llamada a la acción refuerza la premisa de que el autocuidado se erige como una herramienta esencial en la lucha contra la propagación de enfermedades. La estrategia propuesta se fundamenta en la colaboración entre autoridades, especialistas y comunidad, sin dejar de lado la necesidad de mantener una actitud preventiva constante. Las medidas adoptadas, dirigidas a personas de todas las edades, tienen el propósito de contener la propagación de virus y asegurar la disponibilidad de recursos médicos para quienes lo necesiten.
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