VIDEO (Imágenes animadas con material de google maps). Les robaron celulares, unas pocas monedas para el transporte de regreso a casa y hasta los zapatos.
Salían de clase (3 y 20 p.m. martes 3 de septiembre) cuando fueron rodeados por seis hampones quienes, con puñaleta en mano, los encerraron metros adelante del puente sobre el río Barroblanco, en límites entre esa población y Fusagasugá.
Dos de los bandidos salieron desde abajo del viaducto (desde el lado de Fusagasugá), sorprendiéndolos por detrás; otros cuatros les llegaron de frente viniendo del sector de los condóminos El Tambo.
Así no tuvieron para donde correr. La única alternativa que tenían era atravesar la peligrosa autopista; completamente asustados, los jovencitos, prefirieron rendirse.
Nunca se imaginaron que iban a enfrentar una situación de terror como la que estaban viviendo, y menos en Silvania, su otrora apacible municipio; solo habían visto algo parecido en noticieros de televisión; o en películas sobre hechos ocurridos en otros lugares.
Completamente aterrorizados ante la posibilidad de que les causaran heridas y enfrentados a una escena que les era desconocida, casi que inconscientemente, les fueron entregando las pertenencias tal como los solicitaban sus atacantes.
Los bandidos los esculcaron, les metieron las manos a los bolsillos; les quitaron los celulares, relojes y unas pocas monedas que el par de estudiantes, amigos y compañeros de clase, llevan encima; el dinero era el de las onces y para el pasaje de uno de ellos que vive en el sector de Agua Bonita.
Los atacantes son extranjeros
Hasta acá, sin embargo y a pesar de lo dramático de la situación, lo más horroroso, si se quiere, vino enseguida: les quitaron los zapatos; comenzaron a medírselos para ver a cuál de los bandidos les quedaban. Finalmente los mandaron descalzos.
Poco después, ya en casa de uno de ellos, contaron lo sucedido. Dijeron que los asaltantes eran extranjeros; los conocieron por el acento característico al hablar. Los escuchan cuando llegan y salen de clases.
Algunos montaron “cambuches” en el sector entre el colegio Valsálice y Silvania, como también hacia Fusagasugá; y en la zona al frente de la institución educativa, según indicaron algunas personas que residen en la zona.
Saben que se encuentran debajo del puente del río Barroblanco e incluso en el peatonal.
El caso fue puesto en conocimiento de las autoridades tanto de Silvania como de Fusagsugá (el Valsálice queda en territorio de esta última ciudad), principalmente los alcaldes, sin que, hasta el momento, ellos hayan obtenido respuesta, indicaron los padres de familia.
“Pedimos a las autoridades que hagan algo de una vez por todas con esta problemática; que la Policía patrulle y haga acompañamiento a los estudiantes. Antes que pase algo más terrible y de lamentar...”, dice uno de los mensajes remitidos a este portal de noticias.
Para el caso de Fusagasugá, Cundinamarca, hasta hace algunos meses los centros educativos contaban con el acompañamiento de Policía Bachilleres quienes brindaban seguridad al estudiantado. Sin embargo, por razones no conocidas, ese sistema de seguridad desapareció.
Los sistemas informativos Día a Día.com también solicitó pronunciamiento tanto del alcalde de Silvania, Jorge Sabogal, como de Fusagasugá, Luis Cifuentes, a través de su oficina de prensa y del secretario de Gobierno, Juan Sebastián García Fayad, respectivamente.
El primero (Silvania) comunicó que adelantarán un Consejo de Gobierno la mañana de este sábado, con el propósito de analizar el tema y tomar las medidas que la situación requiera. De Fusagasugá aún no se tiene ninguna respuesta.
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Noticia en desarrollo. . . 
